Gracias, Reyes Magos

Podría apuntarse al día 17 de enero, la onomástica del santo, pero no seríamos respetuosos con el dicho valenciano, que reza: «De la festa, la vespra»; así que, hasta el dieciseisavo día del año puede no resultar ridículo.

Pero en el resto del territorio igual todo depende de cómo se porten los Reyes Magos, y que tan generosos resulten, así que hasta posterior al festivo, por aquello de dar 24 horas de gracias, no resultaría cargante.

De un modo u otro, gracias a los Reyes Magos cerramos el capítulo de felicitaciones y nos ponemos manos a la obra, que restan 358 días para completar la anualidad recién estrenada.

Entre tanto, y, con la última celebración navideña, el día 6 asistimos al discurso del Rey Felipe VI, con motivo de la Pascual Militar, toca análisis discursivo, y, por qué no, comparativo también con la intervención, en el mismo acto, de la Ministra de Defensa.

Discurso institucional el de la Casa Real, que pone de nuevo en la visión de toda España a la Comunitat Valenciana azotada por los efectos de la dana, y, como no podría ser de otra forma, ensalza la labor del ejército, pero subraya, y a los analistas no se nos pasa, que su misión es apoyar a las administraciones.

De nuevo, el Jefe del Estado pone de relieve que son las administraciones las que deben hacer uso de la sección militar, preparada y dispuesta para actuar allá donde sea necesario; y, si bien, no refiere a la necesidad de actuación coordinada por parte de las administraciones, como ya lo hizo en su anterior mensaje, tampoco es necesario ser reiterativos.

Sin necesidad de pedir coordinación, reitera la responsabilidad de las administraciones para ser efectivas y eficientes ante una situación catastrófica como la vivida en el territorio valenciano, que requieren la necesaria intervención del ejército.

Tras el episodio lamentablemente acaecido en Paiporta la imagen de la Casa Real, en general, y, en particular la de los Reyes, especialmente la de la Reina Letizia, se ha visto tremendamente reforzada; y, en opuesto, las nefastas manifestaciones de Robles dirigidas a los afectados por los garajes, todavía llenos de fango, tachan la imagen que hasta el momento venía sosteniendo.

Esto demuestra, una vez más, que, si es cierto que las oportunidades se presentan calvas, no es cosa del azar, ni, en verdad, del oportunismo mal entendido, sino de la determinación frente a las circunstancias, especialmente las adversas.