Urgente Duque de Gaeta-Pobla de Farnals vuelve a lograr el Ninot Indultat infantil

Algunas personas tienen la costumbre de tachar los números del calendario, ese que cuelga en la pared de la cocina, es como ir restando días ... para acercar las vacaciones. Y aquel almanaque, cuál margarita, que se despoja de la hoja de cada día. Gestos que nos recuerdan el veloz paso del tiempo. Estamos finalizando el curso. La vida se llena de niños sin mochila y las familias se afanan en buscar espacios de ocio, tan completos, como la jornada laboral.

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Llega el momento de recolectar éxitos y metas no alcanzadas, los frutos de la entrega docente, son dulces o ligeramente ácidos, seguro que se programaron más actividades de las que se pudieron realizar y se introdujeron novedades, que rompieron la rutina de los cuadernos. La ley educativa nos dice que repetir curso no es aconsejable y que miremos con esperanza educadora a los que ni quisieron ni pudieron aprender más. Días de evaluar, de cuantificar los saberes y de valorar aprendizajes, difícil labor para el profesorado, porque también se educa con el ejemplo y aprenden los estudiantes más con el diario roce de pupitre, pasillos y recreo, que con los textos y las licencias digitales.

Incluso a los más veteranos del claustro les atacan las dudas al transitar la delgada línea, entre un suspenso o un aprobado. Unas décimas pueden marcar la vida del adolescente, difícil decisión entre un horizonte de posibilidades o un terraplén de fracasos, afortunadamente somos equipo educativo: muchos ojos que miran más allá de las apariencias, bastantes corazones que laten con los que perdieron el ritmo, abundantes rotuladores verdes más que los rojos...

También las familias deberían pasar por el escáner evaluativo y ponerse deberes para recuperar el próximo curso aquellos valores, que no supieron transmitir, borrar las excusas que no respondían a la verdad y reconocer que siempre la escuela, es la mejor aliada en lo educativo. Se otorgan menciones de honor a esos hogares que con pocas posibilidades multiplicaron los buenos resultados, a esos abuelos, incansables a la hora de las tareas escolares y ante la comprensión lectora de sus nietos.

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Al echar un vistazo a la pizarra del aula electoral, parece que todos los gobernantes promocionan: unos para cambiar de trabajo, otros para jubilarse con dignidad, algunos para volver al monte del olvido. Y llegarán los nuevos escolares de la política, con sus cuadernos a estrenar, con deseos de aprender y con enormes ganas de sacar buenas notas en el primer trimestre (los famosos 100 días).

En Educación les vamos preparando nuestras mesas de trabajo colaborativo y los espacios de aprendizaje servicio.

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