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Ahora que disponemos, muchos de nosotros, de unas merecidas vacaciones, les propongo que inviertan una hora y media en ver el documental 'El método Stutz' ( ... Netflix). Phil Stutz es un psiquiatra ya mayor, que se formó, como tantos de su generación, en el modelo ortodoxo de la psicoterapia, según el cual los problemas que un paciente manifiesta en el presente debían ser objeto de un análisis del pasado en busca de llegar a comprender los hechos (generalmente en la infancia) que los provocaron. La regla esencial de la terapia en aquellos años (desde la década de los años cuarenta hasta los setenta, aproximadamente, pero que todavía hoy cuenta con adeptos) era que el paciente tenía que hacer todo el trabajo, mientras que el terapeuta tenía la misión era guiar esa exploración interior. La curación venía de que el paciente fuera capaz de comprender el origen, el porqué de sus síntomas patológicos actuales. Esa comprensión llevaba a la solución de los problemas. El documental, en blanco y negro, nos introduce a una entrevista que realiza el actor Jonah Hill a Stutz que, aquejado de Parkinson, desgrana con gracia e ironía su innovador método terapéutico. Su método nació cuando se dio cuenta en sus años de terapeuta joven que los pacientes no mejoraban, que no les podía ayudar a ser más felices en su vida cotidiana. Esto le hizo darse cuenta de que era necesario un cambio radical, que su misión era dar herramientas 'aquí y ahora' a cada paciente que venía a visitarle. Dice con mucha gracia que «los amigos nos dan consejos gratis para ayudarnos a resolver nuestros problemas, mientras que los terapeutas, a los que pagamos para esa finalidad, se limitaban a escuchar».
El documental exige atención; mediante una conversación profunda y sincera -que los lleva a revelar cuestiones significativas de sus biografías-, Stutz y Hill repasan y explican cuáles son las principales herramientas y principios que subyacen a este nuevo método. Uno de esos principios es la pirámide de la 'fuerza vital'. La felicidad del ser humano depende de que cuidemos tres planos o niveles de nuestra existencia. El primero es la salud: comer y dormir adecuadamente, y realizar ejercicio, son las herramientas esenciales para cuidar el cuerpo. El segundo plano es el de las relaciones: necesitamos de los demás, de los afectos que nos proporcionan los otros, porque su ausencia es origen de grandes desequilibrios mentales. Y finalmente tenemos el plano del Yo, que exige disponer de los hábitos adecuados para conformar una relación fructífera y significativa con el mundo. Esos hábitos o herramientas son la clave del método. Vean el documental y comprobarán lo interesante que es.
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