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Se mire por donde se mire, el doble asesinato de los agentes de la Guardia Civil en Barbate esconde una profunda falta de previsión por ... parte del Ministerio de Interior acerca de la evolución de la delincuencia del narcotráfico cuando se instala en una zona. La evidencia que tenemos al respecto es abrumadora: los más de cuarenta años de desarrollo exponencial de las mafias de la droga en el mundo nos dicen que su arraigo y expansión dependen de dos factores. El primero es su integración en la sociedad. Las mafias prefieren zonas delimitadas donde florezca una subcultura de aceptación para sus prácticas de contrabando, y los lugares donde hay un paro elevado, sobre todo entre los jóvenes, son los preferidos. Cuando no hay un trabajo disponible el meterse a narco aparece como una golosina: de pronto tienes dinero para llevar a tu chica a cenar y a pasear en una buena moto. Y lo que es peor, una vez te acostumbras al dinero fácil, ya no buscas un empleo honrado, y aunque te lo dieran ya no te apetece. ¿Para qué trabajar en algo que te ofrece en un mes de dura labor lo que ganas en un día y sin esfuerzo?
El otro factor es una policía inoperante. Da mucha pena escuchar a los agentes de la Benemérita decir que apenas tienen embarcaciones que funcionen, para no mencionar el hecho de que, en el caso de que funcionaran, no podrían competir con las modernas lanzaderas de los narcos, siempre a la última gracias al dinero que les entra a espuertas. Y no digo ya nada de los efectivos humanos, que son del todo escasos para la ingente labor que tienen por delante. Y sin embargo, dejar ese boquete enorme para el tráfico de las drogas en una situación de impunidad es una invitación abierta a que se extienda el negocio, además de un pésimo ejemplo para las policías del resto de Europa.
Es muy duro ver a muchas personas jalear a los narcos en su asalto cruel a los agentes, pero es lo que sucede cuando el Estado de Derecho hace abandono de sus funciones y permite que en sus fronteras existan zonas sin ley. La gente se acostumbra, se carga de razones para seguir manteniendo un 'trabajo' que les da mucho beneficio y pocas penas, y se pervierte así el sentido moral de muchos de los vecinos. Los 'buenos' son los que me dan de comer, y los 'malos' son los que me complican la vida. La dejadez del gobierno en este asunto ha sido del todo contraproducente, aunque no hubieran muerto los guardias civiles, porque ya hay una gangrena instalada. Esa tierra está acostumbrada a la droga. Ahora es todo más difícil, pero es necesario recuperar Barbate para la justicia y para ello hay que hacer lo opuesto a esta negligencia criminal por parte del estado.
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