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¡Un nuevo libro de Sánchez! Hace unos días Pedro Sánchez presentó un nuevo libro, el segundo. Por supuesto este tampoco lo había escrito él, ... me imagino que al igual que su tesis doctoral. Me pregunto para qué querrá este hombre 'escribir' otro libro, con lo joven que es, cuando su carrera política está más al inicio (suspiros) que al final de su recorrido. ¿No sería mejor que esperara a las postrimerías de su dedicación al servicio del pueblo español para recibir el elogio y la admiración incondicional de sus entregados deudores? Nada menos que 14 ministros estaban ahí para rendirle pleitesía. ¿A qué tanta prisa? Por lo que vemos, Sánchez la tiene, su necesidad de ser reconocido como estandarte de la política 'progresista' sin paragón alguno desde la instauración de la democracia parece urgente e insaciable.

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Se entiende perfectamente que el mantenedor del acto fuera el rey de la telebasura, Jorge Javier Vázquez, porque así (aunque me temo que la analogía se les escapó a los adoradores del jefe que pergeñaron el acto) quedaba del todo claro que aquello no tenía nada que ver con la cultura, sino con la propaganda y las exigencias de satisfacer el narcisismo espectacular del 'escritor', por si no ha quedado claro que tras a él a España -por mentar a un ilustre anterior de su partido que no le tiene muchas simpatías- no la va a reconocer «ni la madre que la parió».

Lo mejor de todo es el título del libro 'Tierra firme'. No lo he leído, pero puedo interpretar el título a la luz de la situación actual. Y esta me dice que la tierra que nos sostiene a los españoles es de todo menos firme, debido a que gracias a los pactos del PSOE con los independentistas estamos asistiendo a la mayor crisis institucional de la democracia. No se trata solo de la ley de amnistía, sino de los pactos suscritos tras el apoyo de Junts a la investidura, donde claramente se pone el punto de mira en la actuación de los tribunales contra los actores del 'procés'. Sí, es el célebre 'lawfare', que para mí es todavía más de tirarse de los pelos que la amnistía, porque nada menos que los políticos se erigen en supervisores de lo que los jueces determinan. Que el gobierno se apresure a declarar que esto no va a pasar no nos ofrece garantía alguna, porque ya saben lo que valen las promesas de Sánchez. Por ahora hemos asistido a un fuego intenso por parte de los diputados de Junts contra los jueces, hasta tal punto que el Tribunal Supremo ha tenido que alzar la voz. Vean cómo maquina Sánchez: prefiere rasgar las costuras del entramado constitucional como nunca antes se había hecho con tal de 'pacificar Cataluña' y obtener sus votos. Nos da telebasura para despistarnos. Mientras el cuerpo aguante.

Con Jorge Javier Vázquez quedaba del todo claro que aquello no tenía nada que ver con la cultura

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