Secciones
Servicios
Destacamos
En la imagen que delimita, según las investigaciones del Seprona, el lugar de inicio del incendio forestal que nos aflige, se aprecia perfectamente un ribazo ... de piedra seca que todavía hoy, pese al manifiesto abandono de años alrededor, retiene la tierra del bancal colindante y lo separa del camino o senda de Villanueva de Viver donde, al parecer, una cuadrilla de trabajadores procedía a realizar tareas de limpieza o desbroce.
El secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, ha recordado que «debajo de los pinos quemados aparecen los bancales que se cultivaban antes». La situación se repite por todas partes: durante décadas ha ido creciendo la vegetación espontánea en campos que se cuidaban antaño porque daban de comer. Ahora todo es una sucesión de pinar intenso y sotobosque impenetrable y la propia Generalitat (con un color político u otro) se ha vanagloriado en ocasiones de promover que creciera la superficie forestal valenciana. ¿A costa de qué, le ganábamos territorio a Teruel o al mar?
Cuando los habitantes de los pueblos debían apañarse con lo poco que tenían a mano, se labraba y cultivaba todo lo que se podía; con bajos rendimientos, por supuesto, con pobreza institucionalizada, con economías de subsistencia. Pero cuando pudieron, se fueron a las ciudades y fábricas, en busca de mejor vida y más oportunidades, de un jornal seguro y un mínimo de servicios y comodidades. El proceso es de sobra conocido.
Lo sorprendente es que llevemos décadas reiterando lo mismo, ahora con lo de la 'España vaciada' y la supuesta necesidad de revertir la situación... sin que haya visos de que tal cosa pueda ocurrir.
No va a volver el agricultor que labraba el bancal donde se inició este incendio. Quizá murió hace tiempo. Sus hijos o nietos tal vez sigan teniendo escritura de propiedad, pero en el caso de que aún sepan dónde está, no se encargarán de reducir la acumulación involuntaria de material inflamable que contribuyó a intensificar las primeras llamaradas. Y aunque quisieran, la Administración no les dejaría, porque el lugar ha adquirido la intocable categoría oficial de terreno forestal. Hasta que el ingente montón de biomasa hace crisis y un incendio aplica sus reglas de 'limpieza' extrema. Y vuelta a empezar. Si quieren lo cambiamos entre todos, pero con maquinaria moderna, porque aquello no volverá. La agricultura que quedó abandonada no se va a retomar, se dejó cuando dejó de ser viable y hoy es seguramente menos factible. Y lo del ganado que 'limpie', casi utopía. ¿Quién quiere ser hoy tan esclavo como para cuidar de los animales todos los días del año? Además, estamos dejando de comer carne.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.