No se descarta

Descartar significa rechazar una posibilidad o circunstancia determinada o, más centrados en el juego, deshacerse de las cartas que no son buenas para cambiarlas por otras que puedan mejorar las opciones. O sea, que si no se descarta algo viene a ser justo lo contrario: no se rechaza tal posibilidad o no se cambian naipes que se tienen en la mano; se dan por buenos,

En el día a día, el verbo descartar se conjuga a todas horas. Es tal la demanda de información al instante, de saber a toda costa qué va a acontecer, que se plantea tal necesidad de continuo: conocer al menos qué se descarta o queda por descartarse a priori.

Con el tiempo, especialmente por la lluvia ausente, las expectativas van al alza. Hay tanta escasez de precipitaciones, hace tanto tiempo que no sacamos el paraguas, y parece que son tantas las necesidades de que esto cambie cuanto antes, que se reitera de continuo sobre el particular. El resultado es que de tanto repetirlo se pregunta más veces aún, se multiplica la inquietud general, se escudriña todo lo que esté a mano y no se mira en las entrañas de animales, como en la antigüedad, porque Dios es bueno, quedaría feo y andamos en fases más veganas.

¿Va a llover por fín?, le preguntan al hombre o la mujer del tiempo. ¿Cómo se presenta el fin de semana? ¿Qué se barrunta en lontananza? Lo del fin de semana preocupa sobre todo; a ver si estamos tantos días en seco y nos fastidia ahora la fiesta. Los especialistas, que han mirado en sus tecnológicas bolas de cristal, tras explicar lo de las isobaras y el anticiclón de las Azores, que sigue inamovible, concluyen que no se ve el panorama como para que se ponga a llover lo que hace falta, pero aún así no descartan que pueda caer algo. Por si acaso.

No se descarta porque tampoco es plan de desmotivar a tope; se prefiere mantener la ilusión, la esperanza de que un día u otro cambiará. Más o menos como tampoco se descarta que el Valencia CF se salve al final y no baje a Segunda, y mira que pinta mal; o como cuando hay un luctuoso suceso y se dice que no se descarta ninguna hipótesis, la policía mantiene abiertas varias líneas de investigación y el juez ha decretado el secreto del sumario. O sea, que debe ser grave lo que aún está por saberse. Es decir, que 'igual pot ploure que no ploure'. No se descarta ninguna opción. Permanezcan atentos.