El ministro español de Agricultura, Luis Planas, ha aplaudido el acuerdo comercial cerrado por la Unión Europea con los países de Mercosur, asegurando que representa una gran oportunidad económica para nuestro sector agrario, porque «se verá reforzado» y «España gana con él».

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Una vez más, ... división clara entre Administración y administrados, porque el clamor en contra es generalizado en el campo español, como en el de toda Europa. Sin duda porque agricultores y ganaderos europeos no alcanzan a ver las grandes ventajas que van a derivarse para ellos mismos. Esa es la versión oficial de los entusiasmados gobernantes de este lado, que más bien reman a favor de otros y se muestran perplejos por las reticencias de la gente del campo, convencidos como están de que todo serán bondades.

Desde el lado sudamericano es natural que lleguen aires de celebración. Menudo chollo se les abre. Con el sector agrario europeo en franco retroceso en todos los frentes (envejecimiento, estructuras anquilosadas, auto prohibiciones de fertilizantes y fitosanitarios, multiplicación de trabas autoimpuestas...), lo que va a ocurrir es que gran parte del abastecimiento agroalimentario vendrá de allá (esa es la razón del acuerdo, si no para qué), lo que contribuirá a hundir más a los productores de aquí, por razones obvias de competencia desequilibrada: serias diferencias de costes y de productividad, permisividad para aceptar el uso de plaguicidas que aquí están prohibidos, facilidades de todo tipo para importar... Que no digan encima que todo van a ser ventajas... precisamente para los productores españoles y europeos. Venga, hombre, no atenten contra la autoestima de los sufridores. Y, menos aún, no se empeñen en ir contra lo que es opinión amplia y seria de quienes ya vienen padeciendo las consecuencias nefastas de la apertura constante a las importaciones, que las experiencias negativas vienen de largo. Si ahora se consagran en mayor medida mediante este acuerdo con Mercosur, es obvio que lo que van a crecer en Europa son las importaciones agroalimentarias desde aquellos países -Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela (suspendida desde 2017), más los estados asociados de Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Bolivia-, que vienen preparándose para aumentar sus producciones y vendérnoslas. A cambio, la industria de la UE les venderá más coches, maquinaria, tecnología, servicios... Los paganos, los de siempre.

En el Gobierno se muestran muy ufanos porque quizá España exportará más vino y aceite. Bueno, de momento, hasta que produzcan más al otro lado del charco. ¿Y qué decir de todo lo demás: naranjas y demás frutas y verduras, carnes, grano..?

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