Las altas temperaturas y la falta de agua ponen en riesgo los cultivos de hortalizas en la Vega

Los agricultores de la comarca de la Vega Baja se las prometían felices la tarde del pasado Lunes de Pascua cuando a mitad de tarde un intenso aguacero disipó durante media hora el intenso calor que padece este mes de abril el sur de Alicante. Pero la alegría de que la lluvia vendría bien a los campos de cultivos tradicionales les duró una escasa media hora «aunque siempre es mejor ese remojón para las cosechas que nada», comenta resignado el presidente de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja), Eladio Aniorte.

El dirigente agrario destacó ayer que las precipitaciones fueron escasas, tan solo una media de tres litros por metro cuadrado en zonas como la huerta oriolana, Callosa o Catral, con picos de siete litros «pero que a todas luces son insuficientes para que los cultivos de esta época alcancen su punto óptimo en las fechas que estamos».

Aniorte refleja el sentir que se ha apoderado de los agricultores del suralicantino ante las altas temperaturas y la sequía que se ha instalado en el Levante español «con temperaturas que vienen muy bien para que lleguen los turistas en Semana Santa pero perjudiciales para los hombres del campo» y destaca que los registros de la provincia y sobre todo de las comarcas más al sur han afrontado todo el otoño y lo que se lleva de primavera con cifras inusualmente bajas de lluvia «y temperaturas por encima de lo que es normal en estos meses, lo que redunda en que las hortalizas se arrebaten porque necesitan agua y temperaturas más frescas en pleno periodo de maduración».

«El calor hace que se arrebaten las hortalizas y no lleguen con el calibre adecuado al mercado»

Una de las consecuencias que considera es más nociva para la que está considerada como la despensa de Europa es la sequedad de la tierra «y como en el caso del lunes a los huertos no le dio ni tiempo a absorber la poca lluvia que cayó», con lo cual alerta de que justo ahora que es cuando los frutos deben empezar a coger el calibre adecuado para su exportación «los augurios no son buenos para los meses que vienen y poder dar salida a las cosechas». Como consecuencia directa alerta de que los precios no serán los adecuados «para rentabilizar las inversiones que han hecho los agricultores».

El presidente de Asaja afirma que los cultivos más afectados por las altas temperaturas son algunos de los que dan más renombre a la Vega Baja como las alcachofas «que les afecta sobremanera y provoca que se abran antes de tiempo, con lo cual tienen difícil salida en los mercados europeos y a unos precios muy por debajo del de otros años, ya que en otras ocasiones aguanta hasta junio pero ya está en las últimas por este clima tan caprichoso que hemos tenido desde principios de año». Asimismo dice que las patatas o el brócoli son otras de las hortalizas que sufren los efectos de la pertinaz sequía y salva parte de los cítricos de lo que tilda será «una mala campaña para los productos de primavera, aunque peor es lo que ha ocurrido en otras zonas de la provincia con cultivos de secano o cereales, que se han perdido todos». Así destaca que las naranjas están en precios muy por debajo de otras temporadas y salva el limón de la «catástrofe climatológica».

Ante esta ausencia de lluvia Aniorte destaca que es el agua del Trasvase Tajo-Segura la que tendrá que suplir las carencias de las nubes «pero eso implica que hay que pagarla y a precios que siempre hemos dicho que están caros, tirar de reservas ahora para poder salvar lo que se pueda y confiar en que el otoño que viene los pantanos vuelvan a llenarse para que la agricultura pueda seguir siendo un motor económico ante la crisis».