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Pilar M. Maciá
Miércoles, 25 de junio 2014, 01:24
Cuando apenas faltan unas horas para el inicio oficial de los Moros y Cristianos con la presentación de la Revista Oficial, el cartel y el anuncio que se distribuirá por medios de comunicación y redes sociales, Junta Central y Ayuntamiento sellaron ayer un pacto movido por ese inminente arranque de una Fiesta en la que como siempre, reinará la paz entre los bandos de la Cruz y de la Media Luna, incluida la comparsa que en su día se escindió de los Moros Beduinos reconocidos por la Asociación Santas Justa y Rufin y que finalmente podrá montar su barraca, pero no participar en pasacalles ni desfiles. El montaje del cuartel no se hará en el Parque de La Ocarasa, como se le permitió en primer momento desde la Concejalía de Urbanismo en base a los informes de Infraestructuras y Policía Local, y ese fue el único fleco que quedó pendiente en la reunión que mantuvieron el alcalde, Monserrate Guillén, los concejales de Infraestructuras, Urbanismo y Festividades y los mandos de la Policía Local, con el presidente de la Junta Central, Antonio Manuel García Alcocer, sus asesores jurídico y religioso, Isidro Hernández y José Luis Satorre respectivamente y los presidentes de los Moros Abdelazíes, Carlos Navarro, y Realistas, Pepe Vegara.
Según pudo saber después este diario se baraja como ubicación para la cábila de la comparsa ajena a la asociación la calle Extremadura, ya que desde un principio se consideró una provocación que se pusiera pared con pared de la agrupación de la que este grupo se escindió hace seis años y en plena salida de todos los desfiles a excepción de la procesión cívica del Día del Pájaro. En este sentido la Junta Central cedió, como lo tendrá que hacer también la otra asociación afectada, ya que no se baraja en un primer momento la segunda ubicación que solicitaron en la Calle La Huerta, muy cercana a Extremadura. Lo que sí que se exigió desde el colectivo festero fue que la Asociación Cultural Comparsa Moros Beduinos no se pusiera en el lugar que pidió en su solicitud, junto a los Moros Beduinos incluidos en la Junta Central, ni tampoco durante todo el recorrido oficial de los desfiles, desde la calle Aragón a Alfonso XIII pasando por Avenida de España, Calderón de la Barca y calle Loazes.
Al término del encuentro, que duró poco más de una hora, ninguno de los representantes municipales valoró el desarrollo del mismo, aunque sí que lo hizo el responsable de la Junta Central. García Alcocer consideró que el momento requería de una resolución que no perjudicara a ninguno de los implicados, dado que existe desde hace semanas un decreto firmado que permite el montaje a ese colectivo ajeno a la asociación festera. Precisamente se quiso que estuviera el concejal de Infraestructuras y los responsables de la Policía Local «para aclarar ese decreto, porque entendemos que con los dos informes que dicen que no afectaba al tráfico ni a ninguna obra cualquiera puede montar».
El presidente de los Moros y Cristianos dijo que los comparsistas quieren que haya fiesta y que dado que la resolución dictada por el edil de Urbanismo no se podía anular «nos conformaremos», pero precisó que existe el compromiso de que una vez que pase el mes de julio todos se pongan a las manos para dar forma a un reglamento u ordenanza «que nos dé la seguridad de que esto no volverá a ocurrir».
La postura de la Junta Central en este sentido es la de que esa normativa reconozca a la Asociación Santas Justa y Rufina como la que rige la Fiesta de Moros y Cristianos desde hace cuatro décadas y que a su vez se refleje que es el único colectivo encargado de su organización, independientemente de aquellos que quieran ocupar la vía pública para hacer negocio como es el caso de vendedores ambulantes que aprovechan esas fechas para instalarse en la ciudad y sacar provecho de las celebraciones de la Reconquista y de Moros y Cristianos.
El tono del presidente de la Junta Central fue conciliador en todo momento porque «hay voluntad por resolver este tema», dijo García Alcocer, quien manifestó estar deseando «pasar esta página y poder dedicarme a la Fiesta». Respecto a las celebraciones que arrancan esta misma noche a las nueve y media en La Lonja, el presidente de los festeros afirmó que «lo que ahora queremos es olvidar los problemas y tener la Fiesta en paz, y que no haya ninguna alteración del orden público».
De seguridad también se habló en la reunión, para evitar problemas de años anteriores, y ahora habrá que empezar a conformar los horarios especiales de apertura de las barracas en las noches de la semana de Moros y Cristianos, desde el 12 hasta el 20 de julio.
Así las cosas habrá Moros y Cristianos este año, aunque anoche, tal y como quedaron hace apenas una semana, la Junta Directiva Central mantuvo una reunión a la que acudieron los presidentes y delegados de las dieciocho comparsas para tratar este asunto y otros temas relacionados con la Fiesta. Al cierre de esta edición esa reunión todavía no había terminado, aunque en ella estaba previsto, a raíz del compromiso al que se llegó con el Ayuntamiento de ponerse después de julio a trabajar en un reglamento que regule la organización de los Moros y Cristianos, plantear al alcalde que no sea solo el equipo de gobierno quien lo negocie sino todos los partidos con representación municipal. El objetivo de esta solicitud pretende evitar que Corporaciones posteriores a la actual puedan cambiar la normativa si no estuvieran de acuerdo con ella y así lograr un acuerdo de todos.
Con este acuerdo, alfanjes y espadas solamente se lucirán por las calles de la ciudad como complemento a los trajes festeros y la Junta Central sella la paz con el Ayuntamiento, pese a que en un primer momento se planteó incluso no acudir a los actos organizados por el Consistorio como medida de presión. Finalmente el pacto fue posible con el objetivo de permitir que los comparsistas puedan disfrutar de una semana que en la mayoría de los casos llevan todo el año preparando.
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