Pilar M. Maciá
Viernes, 27 de junio 2014, 01:43
El 'hecho objetivo' al que hace días apelaron, sin aclarar más, tanto la concejal de Festividades, Carolina Gracia, como el alcalde, Monserrate Guillén, para permitir este año sí y los anteriores no la instalación en la vía pública de una comparsa ajena a la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos Santas Justa y Rufina, quedó ayer aclarado. Lo hizo en la que fue la primera comparecencia del concejal de Urbanismo, Antonio Zapata, para hablar de este asunto una vez que firmó el pasado 23 de mayo el decreto que avaló el montaje del cuartel de la Asociación Cultural Comparsa Moros Beduinos. El socialista aseguró que existen dos recursos contenciosos interpuestos en el juzgado por parte de este colectivo, que considera que la denegación municipal, en dos ocasiones anteriores, para instalar su barraca no se ajusta a la ley. Aunque ninguno de esos dos recursos está resuelto si bien se espera que todo quede aclarado antes de que acabe este año, el Consistorio ha optado en esta ocasión por ceder a la presión para evitar, entre otras cosas, que se condene al pago de las indemnizaciones que solicita la comparsa y que solo en el caso del año pasado asciende a 7.000 euros, si bien de momento no existe un fallo judicial favorable a ninguna de las dos partes.
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«Quizá hasta ahora las cosas no estaban también hechas como debían», dijo Zapata, quien añadió que no está dispuesto a consentir «que todos los oriolanos tengamos que pagar esa indemnización». Con su comparecencia, el primer teniente de alcalde consideró zanjada la polémica pero instó a todas las partes implicadas en un conflicto que se arrastra desde hace seis años a que se sienten y abran «un debate interno para evitar que esto vuelva a pasar en años sucesivos». A juicio del socialista el problema generado no es del Ayuntamiento, por lo que pidió diálogo para decidir cómo se organiza la Fiesta, negociaciones que dijo que a más tardar deben iniciarse en septiembre. «No podemos tener debates en los que se lleguen a poner en duda las celebraciones, porque si eso es así nos hacemos un flaco favor». Así, afirmó que el Ayuntamiento se ha visto obligado a conceder esa ocupación y preguntado sobre si esto puede sentar un precedente para que cualquier colectivo pueda montar su propia comparsa, comentó que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la fiesta pero insistió en iniciar esas conversaciones para regular su organización porque, apuntó, quizá no está del todo bien regulada.
El comienzo de ese trabajo para poner en marcha la elaboración de un reglamento que determine el papel de cada uno de los implicados en las fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos ya se acordó en la reunión mantenida por Ayuntamiento y Junta Central el pasado martes. El colectivo festero tiene la intención de que se le reconozca como único organizador de los Moros y Cristianos, que lo es desde hace cuarenta año, y se blinde así el trabajo que los festeros realizan durante todo el año para que después otras personas no puedan lucrarse con la importante inversión que se realiza a través de comparsas y asociación.
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