Veinte años junto al poeta

La historiografía como arte o estudio de los escritos y sus fuentes, necesita una institución que sea la encargada de velar por ese conjunto de obras de carácter histórico que han marcado un antes y un después en la sociedad. La Fundación Miguel Hernández (FMH) es esa institución que tiene como objetivo preservar el recuerdo y la memoria de la obra de uno de los poetas más universales, Miguel Hernández Gilabert. Con motivo del vigésimo aniversario de la creación fundación, constituida el 13 de julio de 1994, el centro de estudios del Rincón Hernandiano recoge una exposición bibliográfica que de manera cronológica enseña a los visitantes cómo han evolucionado los estudios y escritos sobre el poeta. Una muestra compuesta de ocho vitrinas en la que se ha intentado «dejar reflejado aquello que ha marcado un hito en lo publicado sobre Miguel Hernández», explica el director de la fundación, Aitor Larrabide.

Desde 1931 hasta el año 2013 la exposición muestra a los visitantes las repercusiones que las distintas ediciones hernandianas tuvieron en la crítica, y lo hace de manera que no es necesario que aquellos que acudan a contemplar la exposición «sean especialistas en la materia», asegura Larrabide. Además, a las vitrinas se les han incorporado unas leyendas o textos explicativos para hacer más amena la visita. Como novedad las cartelas también cuentan con un código QR elaborado por el informático de la FMH, José Manuel López Manresa. Este código permitirá a los visitantes que a través de sus teléfonos móviles puedan acceder a información aún más detallada sobre la obra que están observando, así como explicaciones sobre el cómo y por qué la bibliografía de Miguel Hernández ha tenido una trayectoria determinada.

El objetivo de la exposición es «dar a conocer algunos materiales y cosas curiosas, así como algunas piezas inéditas», afirmó el director de la FMH. La muestra recoge ejemplares únicos como la publicación 'Seis poemas inéditos y nueve más' (1951) que realizaron los editores Vicente Ramos y Manuel Molina y que se vendió por suscripción a 30 pesetas. Esta edición «significó la eclosión de la divulgación hernandiana, iniciada en revistas locales, cuanto menos desde su provincia natal», explica el licenciado en filología. Otras piezas curiosas son el recorte original de un artículo publicado en el diario El Sol o un disco de 1963 en el que Paco Rabal canta sonetos de Miguel Hernández.

Aitor Larrabide asegura que «lo más difícil fue decidir qué material exponer ya que se ha huido de la especialización e intentamos que sea fluida y que recorriera en definitiva la trayectoria del poeta, y también algunos guiños a la ciudad de Orihuela». De esta forma los muchos de los ejemplares expuestos coinciden con los numerosos actos de homenaje y aniversarios que «han impulsado números monográficos de revistas, promovido conferencias y ediciones», indica Larrabide.

El material que se expone se coloca a través de los epígrafes 'Inicios poéticos', 'Guerra civil y rescate editorial', 'Presencia viva en América Latina', 'Reconocimiento editorial', 'Universalidad de un poeta', 'Primeros estudios', 'Consolidación crítica' y 'Nuevos caminos en la crítica especializada'. En total ocho partes que «también quisimos que tengan un hilo conductor y cronológico para darle coherencia a la muestra», comenta el director. Así los visitantes podrán apreciar las primeras colaboraciones de Miguel Hernández en revistas oriolanas como Destellos, El Gallo Crisis y Silbo. También en revistas nacionales así como participación en actos culturales y publicaciones de sus primeros libros, como 'Perito en lunas' o 'Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras'.

La bibliografía mostrada también ofrece la presencia de obra hernandiana durante la Guerra Civil española o antologías, revistas y ediciones en América Latina. De Latinoamérica se destaca en la muestra ediciones de la Habana, Puerto Rico, Perú, Venezuela, entre otros países. También hay publicaciones de editoriales españolas, otras traducidas al francés, italiano, esperanto, náhuatl y la presencia de la obra poética en el ámbito académico. La exposición también reúne ejemplares que se han editado con motivo de homenajes, y estudios sobre aspectos concretos de la obra hernandiana, actividades de difusión y de entidades y colectivos como las realizadas por la FMH.

Aitor Larrabide afirma que «la idea es que la muestra se deje como algo permanente en la fundación». De esta forma la exposición sirve como complemento a aquellas personas que visiten la Casa-Museo. «La gente que venía de visita al Rincón Hernandiano quería ver obra de Miguel Hernández y, como este es un centro de estudios, aprovechamos para difundir la investigación que se ha hecho sobre él», asegura Larrabide, y añade que «es un complemento más a la visita para aquellos que quieran tener una visión más rica sobre el poeta».