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«Ver acercarse una fila de 14 ó 16 como nosotros sabemos desfilar, es un espectáculo»

«Echo de menos que no venga más gente a los Moros y Cristianos, más cuando tenemos a media Europa a apenas treinta kilómetros de distancia». Juan Antonio Sánchez Embajador Cristiano 2014

Pilar M. Maciá

Lunes, 30 de junio 2014, 00:37

A Juan Antonio Sánchez solo le faltaba, dentro de su comparsa, ser embajador. Llegó a los Seguidores de Arun y Ruidoms en 1995 y desde el primer año se integró en la directiva, en ella ha sido tesorero, vocal, presidente, vicepresidente, se encarga del montaje de la luz y la música y de cualquier otra cosa que se le requiera por parte de sus compañeros. Natural de Molina de Segura (Murcia), recaló en Orihuela hace más de tres décadas, y este año encabezará a las huestes cristianas en la Entrada que protagonizarán en la noche del 18 de julio.

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- Por su trayectoria y la implicación en su comparsa, casi podría decirse que es suya.

- No, la comparsa no es mía. La comparsa es de los seguidores, y yo soy un seguidor más, pero siempre me ha gustado.

- ¿Por qué se vinculó con los Seguidores?

- Me vinculó mi consuegra. Mi hija y su hijo eran novios entonces, y me invitó a la cena. Me gustó la gente que había, los conocía porque vivo en el barrio, pero me gustó el ambiente y ya nos quedamos.

- Habiendo sido tesorero, tendrá experiencia a la hora de preparar embajadas.

- No quiero dármelas de mucho, pero el tesorero es una pieza importante porque saca mucho trabajo adelante.

- Las embajadas anteriores llegaron en otra época, ¿es ahora muy diferente?

- Estamos en una época muy mala, hay mucho paro. Somos solo sesenta socios, entonces es muy difícil sacarlo adelante. Pero la vamos a sacar a tope.

- ¿Se planifica con mucha antelación?

- Llevamos mucho tiempo pensándolo, aunque en mi caso no quería ser embajador. Me insistieron y al final, piqué el anzuelo.

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- ¿Cómo se lo propusieron?

- En las reuniones empezaron a decir que tenía que ser yo, y pensé que había otra gente que lo merecía. Por las circunstancias, al final accedí.

- ¿Y a partir de ese momento?

- A partir de ese momento, a trabajar. Toda la comparsa. Esto tiene que ser cosa de todos. Cuando hay muchas condiciones económicas a lo mejor es más fácil, pero cuando somos sesenta socios y yo soy un asalariado, hay que hacer muchas cosas y trabajar mucho. Hemos organizado eventos aunque no se saca mucho con los tiempos que corren... Pero poco a poco, el Mercado Medieval estuvo muy bien, hicimos un trial de motocross, una fiesta de Halloween, una marcha a la sierra a la que vino incluso gente de Torrevieja... Hay que agudizar el ingenio. Teníamos un proyecto muy bueno que se nos ha quedado en el cajón por lo que hablábamos de los tiempos que corren. Insisto, la Fiesta la vamos a sacar y pienso que con nivel.

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- ¿Qué supone ser el embajador del 40 aniversario?

- Es importante porque es un número redondo. Esperamos que todo salga bien y que vengan otros cuarenta años después, que pueda ver a mi nieto de embajador. Mi nieto, Ismael Rico Sánchez, es este año también el abanderado infantil. ¡Qué mejor año que este!

- Entonces los seguidores también tienen cantera.

- Como todos. Somos una comparsa pequeña pero tenemos nuestra cantera. El problema es que hay gente que ha tenido que dejarse la Fiesta por la crisis. Hemos llegado a ser 80 ó 90, un número que veo ideal para una comparsa, porque cuando hay mucha gente ya no es tan íntima. Me explico, también da gusto que venga gente, pero pienso que ese número de socios es el ideal.

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- ¿Cómo ve el futuro de la Fiesta?

- A poco que la crisis empiece a desaparecer, la Fiesta en Orihuela tiene un nivel muy alto. Este año he visitado fiestas como las de Alcoy, Crevillente, Elda, Villena... Son fiestas de muchos años pero no le tienen nada que envidiar a las de Orihuela. Me gusta mucho la forma que tenemos de desfilar, la seriedad, es muy majestuosa. Las de Alcoy tienen 125 años, están bien, las bandas de música son grandiosas, pero en el caso de los desfiles, a mí me faltó. No me aportaron nada nuevo. No hay cuarteles, son más cerradas. En fin, son distintas.

- Entonces, al margen del colofón que vivirá en la semana de Moros y Cristianos, parece que ha aprovechado el año.

- Claro que se aprovecha y se disfruta. Aunque uno se hace una idea de cómo quiere que sea su boato, saliendo fuera se cogen ideas.

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- ¿Se puede dar algún detalle de ese boato?

- Los Seguidores de Arun y Ruidoms formamos parte de la leyenda de la Armengola, que dice que dos guerreros entraron con ella al castillo. De este modo nuestra escenificación mezclará la leyenda con la historia real de Orihuela.

- ¿Entonces aunque hayan tomado ideas, han fabricado ustedes su embajada?

- Si. Nosotros hemos hecho muchas cosas, pero también hemos cogido ideas de los trajes, las carrozas, los ballets. Y hasta aquí puedo leer, porque queremos que sea una sorpresa.

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- ¿Tendrán filas de fuera de la comparsa?

- Habrá filas que no son de la comparsa, pero estarán compuestas por festeros de Orihuela. Es algo nuevo que nos ayudará en nuestro objetivo de escenificar la leyenda.

- ¿Se incluye a la comparsa en el boato?

- Aquí vamos todos a una. No se entiende de otra forma. Desde el principio hasta el final la comparsa está en todo momento.

- ¿Han preparado algo especial para la semana de Moros y Cristianos?

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- Tenemos la intención de visitar, con una charanga, todas las comparsas. Lo demás será lo habitual, porque aquí a lo único que vamos a nuestra casa es a dormir.

- ¿Cambiaría o añadiría algo a los Moros y Cristianos?

- Sinceramente, el recorrido no lo cambiaría. Dicen que se oye mejor la música en las calles estrechas, pero ver una fila de catorce o dieciséis personas venir, como nosotros sabemos hacerlo por la Avenida de España o la calle Loazes, es un espectáculo. La instalación de las vallas el año pasado también quedó muy bien, aunque añadiría alguna bandera para engrandecer aún más el desfile. Lo que echo de menos es que no venga más gente teniendo a media Europa a treinta kilómetros. No entiendo cómo es posible que no nos los traigamos aquí. Todos los pueblos que tienen monumentos, menos que Orihuela, que otros lo quisieran para ellos, no sabemos explotarlo. Tenemos una gran Semana Santa, unos Moros y Cristianos buenísimos, los políticos no han sido capaces de traer aquí el turismo. No es política, es un tema de mi pueblo y creo que hacemos más los ciudadanos de a pie que ellos.

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