Fernando Amat
Martes, 1 de julio 2014, 00:49
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha dado orden de tramitar el recurso de casación del Ayuntamiento de San Miguel de Salinas por el que intenta reactivar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El equipo de gobierno trata, de esta manera, que el Tribunal Supremo le ampare ante la decisión que adoptó el alto tribunal con la que tumbaba la ordenación urbanística aprobada en el 2008.
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Para que este recurso prospere era necesario que el tribunal valenciano diera la orden de tramitarlo, puesto que es el Supremo quien dirimirá la cuestión en última instancia. El TSJCV acordó una sentencia con cuatro de sus cinco jueces en contra del ordenamiento urbanístico que carecía de una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE). Este informe fue el que causó que el Plan General se declarase inhábil.
Desde el gobierno sanmigulero advirtieron de que recurrirían la decisión amparados en que la Conselleria de Urbanismo había dictado las pautas para aprobar las reglas de crecimiento urbanístico para las próximas décadas.
El concejal de Urbanismo, Sergio Correas, criticó que «solo este recurso de casación le va a costar más de 12.000 euros al Ayuntamiento». El TSJCV tumbó el planeamiento urbano a raíz de una denuncia de la Asociación de Vecinos San Miguel Arcángel y de la Asociación Amigos de Sierra Escalona (ASE). Ambos colectivos ya se han manifestado en contra de que se tramite esta reclamación judicial. El PGOU de la localidad contemplaba la creación de alrededor de 40.000 viviendas, aunque los colectivos vecinales y ecologistas manifestaron su contrariedad por la posible afección a Sierra Escalona y la ausencia de la citada declaración de impacto. La denuncia puesta en el 2009 se resolvió a principios de este año, pese a que el Plan General sigue vigente hasta que el alto tribunal se pronuncie.
Regularización del Mirador
Por otra parte el núcleo residencial Mirador de San Miguel se va a regularizar gracias a que el agente urbanizador va a concluir las obras de acceso. Los responsables de los trabajos de urbanización tenían pendientes crear una rotonda en la carretera que une el municipio con Pilar de la Horadada. Sin esa infraestructura la urbanización no se podía recepcionar y sus residentes tampoco podían obtener las cédulas de habitabilidad para sus vivienda, aunque vivieran varios años allí. Las obras van a entorpecer el tráfico alrededor de un mes en la carretera CV-941, ya que el Mirador de San Miguel solo tenía el acceso secundario desde la carretera que va hacia Blue Lagoon. El presupuesto de este cruce supone más de 266.000 euros que se invertirán para crear la intersección.
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