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José Miguel Hernández, con el Seminario Diocesano al fondo. :: alberto aragón
«Haremos algo que creo que marcará un antes y un después en las entradas»

«Haremos algo que creo que marcará un antes y un después en las entradas»

«Hay que dar un cambio a la Retreta, una transformación. Hay que dignificarla o plantear una renovación para que no resulte chabacana»

Pilar M. Maciá

Lunes, 7 de julio 2014, 00:32

A José Miguel Hernández no le ha pillado de nuevas eso de que iba a ser el embajador de los Moros Abdelazíes. Su nombre estaba en las quinielas desde que su antecesor en el cargo, Baldomero Giménez, se bajó del caballo al final tras la Entrada Mora abdelazí del año 2004, y la comparsa lo refrendó después. Hernández vivió aquella embajada como presidente, y como tal hizo todo lo posible por llevar en volandas a su embajador. Ahora le toca a él el turno, y dice que empieza a darse cuenta de que le toca ser el máximo representante de las filas moras en apenas tres semanas.

- ¿Cuál es su vinculación con los Moros y Cristianos?

- La tengo que rescatar de la memoria. Fue justo al año siguiente de la formación de los Moros y Cristianos. Los Abdelazíes nos creamos en 1976 y yo me hice abdelazí en 1977, con lo que llevo 37 años.

- ¿Siempre abdelazí?

- Siempre de blanco y negro.

- Son una comparsa con mucha solera y con una forma propia de vivir la Fiesta.

- La comparsa tiene su identidad. El taje es irrenunciable para nosotros y así queda reflejado en los estatutos. Siempre tenemos que salir con el mismo, sea como sea, más antiguo o más moderno. Se optó por un traje que es el del rito de boda jordano, y hasta hoy.

- ¿Por qué ese?

- Cuatro amigos decidieron buscar uno y se decidió el que utilizan los jordanos para casarse por el rito musulmán. Por cierto, que no se estrenó en Orihuela sino en Alicante en 1976, porque nos invitaron a salir en San Juan y fuimos, como ya teníamos el traje, lo sacamos.

- ¿Le tocó organizar la anterior embajada?

- Si, la de Baldomero. La recuerdo con especial satisfacción porque además de que es muy amigo mío yo era entonces presidente de la comparsa.

- ¿Cambia mucho la organización de una embajada de hace diez años a ahora?

- Yo creo que es lo mismo. A unos días de la Fiesta lo tenemos todo, pero quedan cosas medio en el aire. La organización siempre es difícil. Quedan cosas por perfilar, por ultimar... Igual que ocurrió con la de Baldo. Será más o menos de las mismas características, de las mismas dimensiones, pero con diferente estilo. No tendrá nada que ver la que se hizo en el 2004 con la que se hará en el 2014.

- ¿Se vive distinto siendo presidente que siendo embajador?

- Evidentemente cambia mucho. En realidad la responsabilidad es la misma, porque yo entiendo que el presidente no tiene que estar solo pendiente del boato del embajador, ya que es toda la comparsa la que sale a la calle. Pero un embajador no deja de ser representante de esa comparsa. Me estoy empezando a dar cuenta de que ser embajador es otra cosa, es algo diferente.

- ¿Ahora?

- Ahora.

- ¿Cómo se involucra la comparsa en una embajada?

- Creo que hay alegría y responsabilidad. Los Moros Abdelazíes siempre han cerrado filas en torno a su embajador. Las cuatro que llevamos fueron así y yo ahora noto que es así. Sé positivamente que va a ser así.

-Tener el respaldo de una comparsa tan grande también debe ser un motivo de orgullo...

- Por supuesto. Es todos a una, todos cierran filas, eres el embajador, y cuando se es en una comparsa numerosa como es la nuestra, más todavía.

- Sin entrar en detalles. Los cristianos dicen que van a mezclar historia con leyenda en su entrada, ¿qué van a hacer los moros?

- Creo que en una entrada mora o se repite lo que más o menos ha hecho todo el mundo o tratas de innovar. Innovar cuesta, pero hay muchas cosas por hacer. Creo que en las fiestas quedan muchas cosas por hacer y tal vez este año sea el momento. Anuncio novedades importantes, algo que jamás se ha hecho y que yo creo que marcará un antes y un después.

- Llegan unos días en los que vivirá muchos momentos, ¿cuál piensa que se quedará en la retina al margen ya del desfile?

- Por la experiencia de los embajadores a los que he acompañado, pienso que hay dos momentos que van a ser importantes. Creo que el Día del Pájaro es importante, esa salida al balcón, y otro momento va a ser cuando termine la Entrada, cuando vea a toda mi comparsa esperando a que llegue el embajador va a ser emocionante.

- Cuando termine la entrada terminan las fiestas...

- Así es, y le aseguro que empezaremos a pensar en el 2024.

- Esta embajada ¿la empezaron a pensar en el 2004?

- Si, y además me acuerdo con mucha satisfacción, porque bajó Baldomero del caballo, me dio un abrazo, y me dijo «embajador, ya te toca», y aquí estamos trabajando.

- Entonces, ¿tenía claro hace diez años que iba a ser el embajador?

- No, porque evidentemente lo tiene que nombrar una junta directiva, pero todo el mundo lo daba por hecho y yo no me iba a oponer.

- ¿Es como un premio?

- Pienso que sí que es un premio a la labor que he hecho durante 38 años en la Fiesta, en los Abdelazíes y siempre trabajando. Nunca he estado en la retaguardia, siempre en el frente.

- ¿Qué le diría a una persona de fuera de Orihuela para que viniera a ver los Moros y Cristianos?

- Que si no quiere perderse algo único, que venga.

-¿Cree que a la Fiesta de Moros y Cristianos le falta o le sobra algo?

-La Fiesta de Moros y Cristianos de Orihuela es muy peculiar. Evidentemente siempre hay cosas por mejorar, nosotros creemos que vamos a intentar hacer algunas para mejorar, y entiendo que también hay cosas que sobran. No es que sobre la Retreta, y lo dice un abdelazí, que somos muy retreteros, pero desde luego hay que dar una transformación a ese acto. Ultimamente ha resultado demasiado chabacana o incluso ordinaria. Creo que hay que dignificarlo o plantear una renovación de ese acto.

-En los últimos años se ha intentado restringir la entrada de gente fuera de las comparsas.

-Si, porque la afluencia masiva de toda la Vega y el decir que había copas gratis atrae a gente que no es festera. Yo creo que los festeros quieren que ese acto se recupere y se dé la dignidad que merece.

- Ustedes han sufrido en parte la idea de cambio del recorrido del desfile, ¿qué le parece que finalmente se haya decidido no moverlo?

- Ni me parece bien ni me parece mal. Las dos opciones me gustaban. Me gustan las calles estrechas porque la música evidentemente se nota más y en los Abdelazíes la música es muy especial, pero por otra parte no se si cogería la misma cantidad de gente. Es verdad que la entrada a la calle San Pascual hace peligrar que las carrozas sean espectaculares, sé que la del año pasado era muy larga y no se si tal y como tenemos pensado nuestro boato cogería por ahí. El recorrido que hay, tal y como se ha hecho acotando las dimensiones de la calle, también me parece bien.

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