Los auroros instan al Consell a que abra el expediente para declara BIC su canto

Benijfófar se visitó de gala para recibir al millar de auroros que asistieron ayer al encuentro comarcal que estas agrupaciones celebran cada año. Las calles iluminadas con velones recibieron a los fieles que cantaron a la Virgen del Rosario desde las cinco de la mañana. El obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, asistió a la eucaristía que cerró la jornada de convivencia y pidió a los asistentes que cuiden «la joya histórica» del legado cultural de estas piezas musicales.

El congreso crece cada año en el número de asistentes, por eso los Ayuntamientos buscan grandes recintos para dar cabida a los cientos de personas que asisten. Los cánticos de las diferentes delegaciones son parte del patrimonio cultural de la comarca. Por ello, los miembros de las asociaciones piden que se ponga en marcha un expediente para que se declare Bien de Interés Cultural estos rezos cantados que perduran desde el Siglo XVIII. La riqueza de este canciones reside en que cada pueblo le ha dado una musicalidad diferente e incluso se ha modificado parte de la letra.

El obispo, conocedor de esta riqueza cultural comentó que «he visto en varias poblaciones como Almoradí, Dolores y Crevillente que muchas personas recibieron el amor a la Virgen como un tesoro de sus antepasados, por eso creo que vale la pena cuidarlo y conservarlo». Murgui solicitó a los presentes que «no descuiden este valor, porque forma parte del perfil del creyente de la Vega Baja, es una característica propia, además de formar parte de la fe forma parte de nuestra identidad».

En la actualidad todavía no se ha comenzado a desarrollar la declaración de BIC; sin embargo en la Región de Murcia el gobierno autonómico si que ha abierto el expediente para otorgar este distintivo a sus diferentes agrupaciones. Por ello agrupaciones como la de Callosa de Segura insisten en que las autoridades locales deben unirse y realizar un trabajo común para iniciar este proceso. Para los auroros «este bien cultural tiene valor antropológico, musical y de ritual», opina el portavoz de la delegación callosina, Roque Albert, que sostiene que «algún representante de la comarca debe llevar esta información a Valencia».

Por su parte, el obispo entró en el recinto del polideportivo municipal con el 'Canto Misionero', una canción que solo se entona durante el domingo dedicado al Domund. En este sentido fue dirigido el discurso de Murgui, quien habló de la importancia del espíritu misionero entre los católicos, al tiempo que dijo que «se viven tiempos en los que la fe se queda empequeñecida, pero la iglesia debe servir para dar a conocer con alegría el Evangelio». El religioso insistió en tender la mano a los que no conocen a Jesús, «sembrando, no imponiendo».

En el día del Domund el prelado no quiso perder la ocasión para recordar los dos misioneros españoles de la congregación de San Juan de Dios murieron a causa del ébola. «No han abandonado a estas poblaciones de África sino que han redoblado el esfuerzo», dijo el obispo, que añadió que «no hay un mes en el que no muera un misionera por la religión, porque en ciertos países es un trabajo de alto riesgo». El máximo responsable de la Diócesis pidió a los auroros que se sientan misioneros dentro de sus propias casas.

Los auroros concluyeron la jornada con un desayuno en las instalaciones deportivas, donde se comentó que el próximo año se prevé que la concentración anual se celebre en Crevillente. La organización estudiar trasladar fuera de la comarca esta celebración por primera vez.