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Joaquín Andreu Esteban
Jueves, 19 de marzo 2015, 01:23
El Partido Popular mantendrá al actual alcalde de San Fulgencio, Carlos Ramírez, como su candidato para los próximos comicios de mayo según las tesis de la dirección del partido, que aboga porque todos sus primeros ediles repitan encabezando listas a no ser por renuncia expresa de los mismos, como ocurrió hace días con la de Bigastro, Charo Bañuls.
En el caso de San Fulgencio lo hará pese a que Ramírez arrastra consigo dos imputaciones judiciales ya que el PP asume que las relativas a cuestiones administrativas no suponen cruzar las líneas rojas marcadas por el presidente del PPCV, Alberto Fabra, quien si veta a aquellos que tienen que responder por delitos considerados de corrupción. Una de ellas mantiene a Ramírez encausado desde diciembre del 2013 por una presunta prevaricación y tráfico de influencias al haber acordado presuntamente el pago de 150.000 euros como financiación mediante un convenio deportivo con el club de fútbol de la localidad que estaba dirigido por un miembro de su lista electoral.
El otro caso es por el que respondió ayer el mandatario municipal en los juzgados oriolanos ante la magistrada que está al frente del Juzgado de Instrucción Número 1. Se trata de otra acusación por supuesta prevaricación y presunto fraude por la adjudicación de la organización de las fiestas de la urbanización La Marina de los años 2011 y 2012, denuncias ambas formuladas por los partidos de la oposición contra el alcalde y que en el caso de la visita que cursó a la sede judicial le hizo tener que responder ante el fiscal por una serie de irregularidades. Estas se basan en que antes de la adjudicación de los contratos para la realización de ambos eventos en páginas web vinculadas al Ayuntamiento ya aparecieron datos como los programas de fiestas y actuaciones, en concreto la de la Concejalía de Urbanizaciones que dirige el independiente Jeffrey Wiszniewski.
A su salida del Palacio de Justicia Ramírez, quien tuvo que declarar junto a la edil de Fiestas, Concepción Candell y la asesora Juana Rosalía Mora, indicó que él se limitó a ser «un mero tramitador» de las cuestiones que a la Junta de Gobierno llegaran desde ese área municipal u otras «y ese fue mi trabajo». Asimismo negó haber tenido conversaciones previas con los adjudicatarios de los eventos y «se me ha involucrado por ser alcalde», ya que Ramírez tildó que la oposición lo que había buscado era «una denuncia política».
De igual modo explicó que la delegación de Urbanizaciones era autónoma del resto de áreas municipales «y eran sus competencias», en alusión a Wiszniewski, de quien recordó que el día antes dijo en un comunicado de Prensa que el alcalde no tuvo nada que ver en todo el proceso previo a la adjudicación y que fueron la asesora y su hermano los que se encargaron de todo el proceso.
A juicio del mandatario municipal lo que ambos partidos de la oposición, el PSOE y Apsfu de Mariano Martí «han querido buscar durante todo este tiempo es ganar en los juzgados no que no consiguieron en las urnas porque tras doce años gobernando perdieron el poder». Ramírez se mostró tan confiado como tajante en sus posibilidades de ser candidato y con un «el candidato seré yo porque no he hecho nada y tengo las manos limpias» zanjó su paso por el juzgado.
Dos populares, en el aire
Por otra parte la cúpula del Partido Popular tiene dudas respecto a la posibilidad de que repitan como cabezas de lista dos exalcaldes que se vieron despojados de sus puestos por mociones de censura en la segunda mitad de la legislatura que ahora toca a su fin y que dejó al frente de la Alcaldía a un socialista en el caso de Dolores y a un independiente como Pedro Zaplana, ex del PP, en Catral.
Según ha podido saber este diario fuentes de la dirección cuestionan que Gabriel Gascón sea la mejor de las opciones para aspirar al Consistorio dolorense ya que despierta recelos entre gran parte de la militancia, que ha expresado su deseo de que se necesita un relevo. En el caso de Catral el PP busca alguien que sustituya a Aurelio Albero y a su número dos, María Manuela Sánchez, al frente de la lista, aunque ambos quieren continuar, una postura que no gusta entre la dirección provincial ya que le echan en cara el modo de hacer oposición al tripartito tras su salida del gobierno local e incluso ha sentado mal que en el último Pleno tuviera que ser desalojado por la Policía por sus malos modos durante la sesión.
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