Fernando Amat
Martes, 7 de abril 2015, 02:17
La festividad del Lunes de Pascua casi se pasó por agua. El tiempo primaveral cambió de una mañana calurosa y algo fresca a una tarde ventosa y con un ambiente desapacible que empujó a miles de excursionistas a comerse el chocolate con mona en sus domicilios o en una casa de campo después de haber salido fuera a pasar la jornada. Tras días de procesiones, esfuerzos como costaleros y actos religiosos se podía disfrutar de un día de asueto en el que se pudo optar por un paseo por la montaña, el campo o ir a la playa por primera vez en este año.
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El punto en común entre las diferentes elecciones de los vecinos de la comarca fue el postre con el que las pastelerías y hornos hacen caja, la típica mona, además de despachar todo tipo de productos como empanadas, cocas de diferentes sabores y sobre todo dulces. Tras la hora del café la climatología fue el tema a debatir entre quienes salieron de excursión: quedarse en el campo o recoger bártulos y tomar los dulces más refugiados, como ocurrió el año anterior cuando una intensa lluvia aguó la jornada a los vecinos de la Vega Baja. Los más madrugadores que coparon los diferentes parajes de la comarca lo tuvieron claro y decidieron emprender el regreso a sus hogares, mientras que los que hacían el arroz pasadas las tres de la tarde aguantaron más tiempo en las diferentes zonas recreativas con barbacoa, puesto que quedan pocas semanas para que se inicie el veto de hacer fuego cerca de las pinadas. Como ya ocurrió durante el pasado fin de semana las tardes se vuelven frescas, tanto que incluso amenazó lluvia en la sierra albaterense y en el interior de la Vega. Según lo previsor de cada grupo familiar o de amigos se puso un rumbo u otro.
Si bien es cierto que mientras que en Orihuela la ciudad quedó casi fantasmagórica ante la ausencia de vecinos con calles vacías de peatones y coches, en la vecina Torrevieja todavía aguantaban los turistas de Semana Santa o incluso alguna avanzadilla que quiso ver el mar por primera vez en lo que va de año.
Las áreas recreativas de la Cueva Ahumada en Callosa o de La Pedrera en Bigastro también fueron opciones que escogieron personas de la Vega Baja con Guardamar del Segura como ejemplo de pinada y playa a corta distancia. Sin quedarse a la zaga también estuvo la zona recreativa de Benejúzar que también acoge a cientos de personas en estos días típicos de campo y que ocupan bancos, barbacoas y abrigo bajo los pinos para pasar un día de asueto antes de volver los cabeza de familia a los quehaceres laborales.
Los vecinos del interior van a la playa y los que viven en el litoral van a pinadas como Lo Albentosa en Torrevieja, que durante todo el fin de semana ha acogido a campistas que han hecho de unos años a esta parte de este paraje natural un lugar emblemático para quienes gustan más del contacto con la naturaleza que de los desfiles procesionales. Esta zona municipal ha tenido hasta setecientas peticiones de personas que quisieron acampar en las fiestas de Semana santa y que volverán a hacer lo mismo el fin de semana que viene en los ochenta mil metros cuadrados de pulmón verde de los que dispone la localidad salinera.
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Otro tema de debate entre quienes fueron a las pinadas, además del clima revuelto, fue el pernicioso insecto que daña los pinos, el 'tomicus destruens'. Muchos fueron los que vieron por primera vez de primera mano los efectos de esta plaga que ha asolado las pinadas de Redován y Orihuela, y que amenaza los escasos pulmones verdes de Callosa, Benejúzar y Guardamar del Segura.
Como es habitual en este tipo de celebraciones cada grupo tiene su opción, comer carne en la barbacoa o intentar hacer un arroz a la leña. Los hombres cogen por un día el mando de la rasera y las mujeres dejan hacer esperando que el arroz esté en su punto, como en el área de montaña Virgen del Rosario en Albatera, un espacio que también se escoge como destino de jornadas como la de ayer. La zona acogerá en los próximos días una romería hasta esta ermita. La patrona se saca en romería el próximo lunes 13 de abril, fiesta local con la que los albaterenses rinde culto a la virgen. La salida se prevé a las diez de la mañana y una vez se ha almorzado y comido se acompaña a la imagen hasta su ermita en el centro de Albatera. En otros pueblos como Algorfa o Callosa también se celebra el día de San Vicente con procesiones en su honor.
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Por otra parte, hay quienes ayer prefirieron no pisar el campo y escaparon hasta los centros comerciales de la Región de Murcia donde no fue festivo o marchar hasta el de La Zenia y dedicar la jornada a las compras. Asimismo hubo otros que decidieron irse al norte de la provincia o parajes de la vecina Murcia como el pantano de Santomera donde hay menos bullicio de campistas.
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