La solución técnica al paso hacia la CV-95 retrasa la apertura prevista para el lunes

Que el nuevo paso hacia la CV-95 por detrás del Colegio Oleza y sobre la vías del tren no se abrió el pasado lunes como en un principio se anunció es más que evidente, como lo es también el hecho de que la obra en este punto está prácticamente acabada y los carriles definidos para asfaltar y permitir el tránsito de vehículos. Lo que no está nada claro es cuándo se podrá recuperar esa entrada y salida a la ciudad que obliga a los conductores que quieren circular hacia la carretera de Bigastro o de Hurchillo tener que dar toda una vuelta por la circunvalación que entronca con el acceso hacia Arneva. El concejal de Urbanismo, Antonio Zapata, indicó que todo está pendiente de que la Generalitat Valenciana -titular de la carretera- traslade al Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) la solución técnica propuesta por el Ayuntamiento y que a su juicio es la idónea. Esta solución de la que se prácticamente desde que comenzó la obra quedó definida hace unos días por el propio Zapata, quien anunció la creación de una rotonda en forma de elipse que permita un tráfico fluido al tiempo que impida el corte de accesos y otras incomodidades a los vecinos de la calle Temístocles Almagro.

La intención del Consistorio es poder recuperar esta vía lo más rápido posible, por lo que Zapata aseguró que ha reclamado a la conselleria que dé traslado de esa alternativa tanto a Adif como a la empresa que ejecuta las obras para que puedan ponerse con ellas y lograr la apertura de un paso que ya no será subterráneo sino que los vehículos se incorporarán a la vía en superficie a través de la citada rotonda.

Otro de los tramos cerrados por la obra y que no tienen fecha para permitir la circulación empieza a generar las críticas de los vecinos del entorno de la Senda Molina. Pese a que los trenes ya circulan sobre el viaducto, la conocida como Carretera de los Tubos sigue cerrada y sin visos de que se vaya a poner en uso, puesto que primero es necesario retirar la parte de vía que pasa por allí. A este respecto el concejal de Urbanismo aseguró que la carretera está prácticamente para abrir, aunque precisó que se necesita una autorización de vertido controlado para la parte de la vía antigua que hay que retirar. Esto no convence a los residentes que en más de una ocasión han pedido la apertura de la carretera para evitar, sobre todo, el deterioro que están sufriendo los caminos de alrededor.

En este sentido, Jesús García, presidente de la Asociación de Vecinos que agrupa a residentes del Barrio Mariano Cases y Camino de Cartagena entre otros, indicó que las sendas están cada vez peor y recordó que también han pedido en más de una ocasión que se señalice bien, puesto que hay vehículos que acceden pensado que el trasvase está abierto y cuando se encuentran atrapados intentan salir por la Senda Molina «y junto a la acequia, y hasta en tres ocasiones he tenido que llamar a la Policía Local en caso de camiones grandes que se quedan atascados y necesitan ayuda para salir». Los residentes insisten en agilizar las gestiones para poner en funcionamiento la Carretera de los Tubos, y precisan que si hace falta un permiso para el vertido «que lo pidan, porque en la carretera de Almoradí desmontaron la vía en un día».