La lucha de Pro-Río por un Segura más limpio ya es parte del Archivo Histórico Municipal

Los más de treinta mil documentos generados por la Comisión Pro-Río desde su puesta en marcha el 14 de abril de 1998 hasta el momento forman ya parte del Archivo Histórico Municipal. Y ahí perdurarán con el paso de los años porque son historia de la lucha que esta comisión, a la que apoyaron miles de oriolanos y vecinos de otros pueblos de la Vega Baja, desarrolló para conseguir lo que su presidente, José Antonio Muñoz Grau, dijo que fue «un final feliz porque el río está vivo», aunque no desaprovechó la oportunidad para criticar el encauzamiento realizado a su paso por Orihuela que calificó como un «desastre que deja una solera de porquería». Muñoz Grau quiso que estuvieran presentes los representantes de todas las fuerzas políticas que quieren tener representación municipal y logró que muchas de ellas acudieran a su llamada y les pidió que conserven este archivo «que es patrimonio del pueblo de Orihuela y que va a estar aquí para quien lo quiera consultar».

Sobre la mesa, como recién salidos de la imprenta, cientos de carteles recordaron aquella lucha mientras que las cuatro cajas que se llevaron, y aún quedan por llegar otras dos al archivo, están todas las noticias de Prensa tanto nacional como internacional relacionadas con Pro-Río. Un 'pen drive' completó la aportación al que sin duda es el legado más moderno de los que guarda este espacio ubicado en la Biblioteca Municipal María Moliner y que se espera que pueda crecer con las aportaciones de las personas que tienen testimonios gráficos de esos años. Muñoz Grau recordó al fotógrafo fallecido Tony Sevilla quien los acompañó incluso en sus viajes a Bruselas e hizo un llamamiento tanto a su familia como a todos aquellos que tengan documentos que enriquezcan el archivo a que los donen para que las generaciones futuras puedan consultarlos. Aún así aún faltan documentos como una exposición itinerante que hizo en su día la CAM con toda la historia del Segura y Muñoz Grau, con el archivo ya depositado, tuvo palabras para el otro patrimonio de la Comisión Pro-Río, el humano, que personalizó en algunos de sus compañeros así como las miles de personas que se subieron a un autobús para ir a Murcia, a Valencia o a Madrid a manifestarse por un Segura saneado.

Aunque estaba previsto que toda esta documentación llegara antes al Archivo Histórico Municipal, distintos motivos como el culminar uno de los juicios en los que Pro-Río desistió finalmente «porque no queríamos que se juzgara a personas, sino a instituciones», retrasaron el momento que llegó y que sirvió para revivir aquellos momentos que sus protagonistas recordaron como «una aventura increíble». José Antonio Muñoz Grau recordó cómo se tomaban las decisiones de forma asamblearia en el Bar Los Perolicos, o cómo organizaban rutas turísticas «para ver cómo nos robaban el agua».

La Comisión Pro-Río descubrió una serie de tramas de robos de agua que «llegaban a Almería», y su presidente relató cómo en uno de sus viajes a Bruselas, en el que le dieron cinco minutos para tratar la situación ante la Comisión Europea, todos los colectivos medioambientales de España cedieron su tiempo a Pro-Río y Muñoz Grau contó con 45 minutos para hacer su exposición. «Fue un éxito ganar los procesos del robo, cerrar los pozos de Calasparra», aunque la lucha tuvo que llegar hasta el Tribunal Supremo tras cerrar los procedimientos tanto en Orihuela como en Elche en contra de los activistas, imponiendo incluso 18.000 euros en costas a los colectivos «cuando el Supremo, a los catorce años de que nos robaran el agua a razón de once hectómetros cúbicos anuales, prácticamente el caudal ecológico, puso 3.000 euros de multa, lo que demuestra que ser delincuente era un gran negocio», sentenció, sin pelos en la lengua, el presidente de Pro-Río.

La culminación del último proceso judicial hace que la documentación aportada se remita prácticamente hasta la actualidad en una lucha que no se inició en Orihuela, sino en la comarca a través del Colectivo Cauce Arriba.