Pitones de plástico para niños toreros

La localidad vivió ayer a mediodía uno de los atractivos de las fiestas patronales que celebra en honor a su patrona, la Virgen del Rosario, que se enlazan con los desfiles de Moros y Cristianos. Las calles del centro se llenaron de familias enteras para disfrutar de dos de las actividades que más gustan a los vecinos y que se han consolidado en el calendario local por su originalidad como son las que se organizan para que los niños disfruten de momentos de diversión.

Una de ellas es la carrera de tacatás, que supone la apertura de la agenda de actos del fin de semana. En ella tomaron parte bebés entre los diez y los doce meses, que compiten a bordo de sus andadores por cruzar el primero la línea de meta. En esta ocasión fueron cuatro los participantes y los padres tuvieron que desplegar toda su imaginación para conseguir que los retoños movieran sus piernas y cruzasen la meta para lo que tuvieron que emplearse a fondo con reclamos o juguetes para lograrlo.

Tras la carrera llegó el momento más esperado por todos los niños benejucenses ya que desde las inmediaciones del colegio dio comienzo el encierro de toros, hinchables para evitar sustos entre la chiquillería. Los niños alborozados se concentraron para correr delante de unas reses más juguetonas que peligrosas, aunque alguna que otra se dedicó a tirar derrotes con sus cuernos de plástico.

Tras los chupinazos de rigor y encomendarse a la patrona llegó el momento del encierro en el que tomaron parte un centenar de niños, ataviados con camisa blanca, pañuelo rojo al cuello y periódico en mano para burlar los pitones de los morlacos. Estos incluso llegaron a dar algún revolcón a los recortadores, que no mostraron miedo ante la 'fiereza' de los toros. Un encierro rápido y sin heridos motivó que no tuviera que intervenir la ambulancia de aire que también tomó parte en el acto. Un recorrido rápido les llevó hasta la Plaza de España por diversas calles, con paradas de los niños toreros delante de los animales para mostrar su valentía. Luego tuvo lugar en un coso también hinchable la consabida corrida donde tocó lucirse con capotes de medida infantil y todo tipo de lances ante un ganado mitad dócil mitad travieso.

La fiesta continuó por la noche con la Retreta a las 20.30 horas con participación de todas las comparsas y asociaciones locales para luego terminar la velada con la celebración de una verbena popular en la plaza y una cena de confraternización.