Juramento de españolidad

Sin pitos y con muchos aplausos recibió La Murada a la bandera de España y la presencia del Ejército del Aire. El compromiso de tres centenares de personas con el símbolo y con la nación española transcurrió con mucha expectación en la pedanía. Bajo un sol de justicia, propios y forasteros asistieron a un homenaje al Ejército español y a la bandera de España en el Día de las Fuerzas Armadas. Familiares, muradeños y visitantes ratificaron su sentimiento nacional en el que fue el acto central de unos intensos días de exaltación de las fuerzas armados.

El acto se organizó en la Avenida San José, más concurrida que de lo habitual durante una jornada de sábado. Este espacio congregó a dos millares de personas que se agolparon junto al recinto vallado de la organización como pudieron. Los balcones se encontraban muy cotizados y hasta alguna terraza sirvió de palco VIP con sombrillas de la playa para taparse de la fuerza del astro rey. La localidad realizó un recibimiento de altura con mucha presencia de banderas españolas tanto en balcones como en las ventanas de los diferentes inmuebles.

Alto mandos de los tres ejércitos presidieron el acto conmemorativo con los alumnos de la Academia General del Aire de San Javier. Los jóvenes reclutas estuvieron firmes todo mientras se realizó un tributo a los caídos y a las personas que luchan por proteger a diario el país en diferentes misiones de paz o en apoyo a diferentes conflictos bélicos. Bajo las notas de marchas militares comenzaron uno por uno a besar la rojigualda. Desde el Ejército se pedía que el «sentimiento que se ha compartido no se esconda por vergüenza» durante otros días.

Cientos de personas llenaron las calles de La Murada desde horas antes. La jornada se convirtió en una día más de fiesta puesto que era habitual ver pasar personas vestidas con sus mejores galas para desfilar en el recinto habilitado. No en vano decenas de policías locales y agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional organizaron junto con Protección Civil un amplio dispositivo. Tal fue así que hasta la Policía Militar vigiló el comportamiento del público y actuó como los agentes de seguridad en un partido de fútbol de alto riesgo. El calor apretaba en esta población donde la aglomeración de gente provocó un desmayo. Para atender este tipo de imprevistos ya había un consulta de campaña ubicada junto al evento.

Una vez que los 350 civiles pasaron por delante de la bandera en dos filas diferentes, un portavoz del Ejército dedicó unas palabras a los presentes y advirtió de que «se trata del mismo juramento que se realiza en la Academia General del Aire». Los reclutas desfilaron por delante de los civiles que juraron su amor patrio. El colofón al acto lo dieron tres avezados paracaidistas de la base aérea de Alcantarilla que se lanzaron desde 1.500 metros de altura. Antes cuatro aviones que se utilizan para las prácticas diarias en la base de San Javier pasaron por dos veces por encima de la avenida muradeña. Al paso de los compañeros los militares se cuadraron todavía más y mostraron sus respetos.

La ovación final se la llevaron los tres paracaidistas que realizaron diferentes piruetas antes de caer en el espacio que se habilitó. La Murada recibió por segunda vez en poco tiempo a miembros de la Escuela Militar de Paracaidistas y agradeció su muestra de interés con aplausos.

El alcalde Monserrate Guillén reconoció el valor de los miembros de La Nueve, primera unidad española que entró a liberar París durante la Segunda Guerra Mundial. En especial tuvo un recuerdo para el comandante Amado Granell, concejal de Orihuela durante aquellos años y dijo sentirse identificado con los símbolos que representa la bandera que son los de «la libertad, igualdad y fraternidad que defendieron estos hombres».