A solas ante la muerte

Miles de británicos compraron hace años en la Vega Baja una casa para pasar su particular retiro dorado en la Costa Blanca de la cálida provincia de Alicante, lo que hace que muchos de estos residentes pasen sus últimos días sin compañía ante la falta de familiares en la zona o problemas personales. En la urbanización de La Marina, en San Fulgencio, han sido hallados en los últimos días los cadáveres de cuatro personas que habían muerto en sus domicilios varias jornadas después de que ocurriera el fallecimiento.

Ayer se registró el último de los casos, con el hallazgo de los restos de una vecina de la Avenida Europa que llevaba alrededor de quince días muerta dentro de su domicilio. Agentes de la Guardia Civil y la Policía Local tuvieron que entrar al inmueble con mascarillas debido al fuerte olor que producía el cadáver que estaba momificado. Lo más habitual es que los familiares conozcan la noticia del fallecimiento de sus más allegados, pero en ocasiones son los propios vecinos quienes dan la voz de alarma al no ver movimiento.

Durante estos días con la ola de calor se ha incrementado este tipo de sucesos con la muerte de una pareja de británicos y otra persona joven que se encontraba en su vivienda. El alcalde, Carlos Ramírez, indicó que en caso de los británicos «el concepto de la familia es diferente en otros países, por lo que el 100% de casos pertenecen a extranjeros». El regidor destacó un caso de un señor alemán que el Consulado no ha encontrado familiares durante siete meses, por lo que el Consistorio va acarrear con los gastos del sepelio, ya que sus restos todavía se encuentran congelados.