Bernabé activa la salida del Consistorio de la Mancomunidad Bajo Segura

El proceso de ruptura con la Mancomunidad de Servicios Sociales Bajo Segura que encabeza el alcalde de Benejúzar, Antonio Bernabé, ha dado comienzo. El equipo de gobierno ya ha encargado una propuesta para su debate en primera instancia y que se apruebe en el próximo Pleno de septiembre, donde se prevé la inminente salida del municipio que ha servido de sede al ente mancomunado desde su creación.

La decisión la podría secundar el Ayuntamiento de San Fulgencio, cuyo máximo dirigente, Carlos Ramírez, estudia dejar a la agrupación de cinco municipios con lo que se eliminaría el 54% de su presupuesto y sufriría problemas para proseguir su actividad. Ramírez mantuvo una reunión con su homólogo de Benejúzar para abordar las diferentes medidas a tomar.

La polémica se ha instalado en este órgano mancomunado desde el principio de legislatura donde no se ha producido ningún cambio político en ninguna de la alcaldías. A pesar de ello, el nuevo nombramiento del cargo de la presidencia del órgano mancomunado ha originado una crisis interna, que en la actualidad no tiene visos de que se arregle.

Bernabé anunció ayer la inminente salida de esta entidad después de que se votase a favor del cambio de la presidencia en favor de la edil de Servicios Sociales de Rafal, Noemí Cutillas. Para los responsables del PP de Benejúzar y San Fulgencio la propuesta de trasladar la presidencia se hizo «con nocturnidad y alevosía al no tratarse en ninguna comisión previa al Pleno de constitución de la Mancomunidad», que la conforman, además, los municipios de Rafal, Catral y San Isidro.

Esta mancomunidad presta un amplio servicio a dicapacitados físicos y psíquicos con talleres ocupacionales, además de prestar otro tipo de apoyos sociales. Cada municipio aporta en función de sus habitantes con lo que Benejúzar y San Fulgencio son junto a Catral las tres grandes poblaciones que lo conforman.

Para el regidor benejucense «vamos a debatir primero si nos vamos, pero esta decisión se toma porque se ha politizado la institución». El dirigente culpa al alcalde de Rafal, Manuel Pineda, de orquestar este cambio de nombramiento, y critica que «no da la cara y lanzó su órdago en el Pleno de constitución sin contar con la opinión de los demás». La falta de diálogo para cambiar una norma no escrita que fija que la presidencia del ente la debe ostentar el concejal de Benejúzar, no sentó nada bien en el gobierno local.

En cualquier caso, desde el nombramiento de los cargos de la Mancomunidad Bajo Segura no se ha producido ninguna reunión entre Pineda y Bernabé para suavizar tiranteces. Todo lo contrario, el primer edil de Benejúzar ha invitado al responsable de San Fulgencio a acompañarle en su salida de la asociación durante una reunión que mantuvo con las responsables de Servicios Sociales de San Fulgencio, María Ángeles Ferrández y la expresidenta, Amelia Ruiz.

Ramírez valoró que «por el momento estudiamos qué vamos a hacer, para nosotros lo primero que se encuentra es el prestar el servicio, pero está claro que por nuestro presupuesto y por lo que aportamos tenemos capacidad suficiente para poder atender a todas las personas de manera independiente». El primer edil recordó que su localidad es la que más dinero aporta por su mayor población y que tampoco comparte el modo de proceder a la hora de renovar la presidencia de la entidad.

Por su parte, el regidor rafalense y diputado autonómico pidió hace días, en una comparecencia, más talante democrático a sus socios mancomunados al defender la rotación del cargo cada cuatro años. Para Pineda la Mancomunidad es un ente democrático y la presidencia se debe alternar, si bien no precisó cómo se decidió el cambio del cargo.