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Pilar M. Maciá
Miércoles, 21 de octubre 2015, 01:34
Los regantes no transigen con los planes de la Confederación Hidrográfica del Segura que da a los agricultores del trasvase el agua que les corresponde y deja a los tradicionales con caudales de pozos para sacar adelante sus cosechas. Las diecisiete comunidades del regadío tradicional de la Vega Baja mantienen esta mañana una reunión en el Juzgado de Aguas de Orihuela para adoptar una serie de medidas que culminen con su intención de tener los caudales necesarios y de calidad para sus campos, zonas en las que no hay una situación de sequía y que por tanto no tienen por qué abastecerse del agua salina que sale de los pozos. A juicio de los responsables del Juzgado de Aguas oriolano, el aceptar las condiciones que se les ponen supondría dar su conformidad cada vez que en el Trasvase haga falta el agua y se prive a quienes se erigen en legítimos usuarios del agua de la cuenca de ésta cuando haga falta a otros regantes.
Para los tradicionales, el permanecer callados significaría la desaparición de su actividad puesto que consideran que el mezclar todas las aguas les haría entrar en un sistema competitivo para el que el Trasvase está más preparado y tiene mayor poder económico. Así, la reunión se ha preparado con cinco puntos de los que el primero es aprobar el manifiesto que hicieron público hace unos días de forma que las diecisiete comunidades de la Vega Baja lo hagan suyo, así como difundirlo a ayuntamientos, estamentos y organizaciones para recabar su apoyo. En este texto manifiestan precisamente su malestar ante lo propuesto por la Confederación Hidrográfica del Segura y su negativa a que se les quiten los caudales que corresponden a sus campos. Asimismo quieren personarse en el expediente puesto en marcha por el organismo que gestiona la cuenca para activar los pozos de sequía, así como estudiar las acciones administrativas y legales que procedan para que estos planes no salgan adelante. Desde el riego tradicional se considera que se les debería haber informado antes de tomar esta medida y dado su derecho de alegar, cosa que no ha ocurrido.
El tercer acuerdo está encaminado a activar, de cara al mes de noviembre, una concentración de regantes tradicionales en Murcia, así como informar del apoyo de la Generalitat al riego tradicional y de la visita que realizará el 2 de noviembre en este sentido el secretario autonómico de Medio Ambiente, Juliá Álvaro junto a otros responsables del gobierno valenciano para reunirse con los presidentes de las comunidades. En ella se instará a la Generalitat a que negocie una modificación legal del Decreto de Sequía que impida el uso de agua de pozos o cualquier otra fuente alternativa para destinarla a los que no están en sequía. También se pedirá la intervención del president de la Generalitat, Ximo Puig, ante el Ministerio de Agricultura en apoyo de sus reclamaciones.
Por último se someterá a aprobación una carta del comisario adjunto «que es contraria a lo que se comprometió el presidente de la Confederación con los 17 presidentes del regadío tradicional». Consideran esa misiva como «un desprecio hacia la Vega Baja» y exigen que se cumpla con lo prometido.
Desde el Juzgado se asegura que el agua de la cuenca es de los usuarios de la misma y que la de los pozos de las vegas Media y Baja solo tiene como misión cubrir situaciones de sequía en sus tierras.
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