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Fernando Amat
Viernes, 23 de octubre 2015, 01:14
El Pleno para aprobar los sueldos se cerró con un fuego cruzado entre los partidos de la oposición (PSOE e IU) y el equipo de gobierno de San Miguel de Salinas (PP e UPyD). Este punto tuvo incluso más peso que la propia aprobación del presupuesto para 2016, que es el principal documento para hacer política municipal. Los concejales de la oposición consideran que populares y progresistas «saquean de una manera legal las arcas municipales», según afirmaron durante la sesión celebrada a mediodía.
El alcalde, Ángel Sáez, gobierna desde el pasado mes de junio en coalición con la formación magenta, aunque todavía no se habían determinado las asignaciones mensuales. El grupo Popular llevó a su aprobación una propuesta en la que rebaja su idea inicial y que asigna unos sueldos de 28.000 euros para el primer edil y la portavoz María José Costa, y 17.900 euros para los concejales con una dedicación a un 60%.
El portavoz socialista, José Antonio Carrasco, consideró que «estos sueldos solo sirven para fortalecer el pacto de gobierno» y criticó que «es una vergüenza que se paguen 19.000 euros por dedicar un 60% del tiempo y encima se haga con carácter retroactivo». El PSOE solicitó que los sueldos de junio a octubre se destinasen al programa de ayudas para los libros de texto que promueve la Conselleria de Educación.
Por su parte, la edil de IU, Bienvenida Campillo, manifestó que «en la anterior legislatura con más concejales y más exclusividades los sueldos no eran tan altos». La izquierdista calculó que a nivel global los cargos políticos le cuestan al erario público 242.000 euros, «lo que significa que el pacto de gobierno vale más de un millón de euros esta legislatura». La edil de UPyD contraatacó al reflejar que el concejal socialista había cobrado del Ayuntamiento 107.000 euros y Campillo 103.000 euros en los últimos ocho años.
El debate se perdió en discusiones estériles como qué grupo debía hablar antes o quién de las dos portavoces femeninas tenía más educación. El regidor trató de mediar en los enfrentamientos dialécticos tanto entre los ediles como desde el público, ya que se había congregado en buen número para asistir a las discusiones políticas.
Sobre el presupuesto del año que viene la edil de Hacienda, Soledad Soto, explicó que se fundamentaba en los principios de equilibrio financiero y se aprueban con el objetivo de crear ahorro para amortizar préstamos. Las previsiones económicas mejoran para el próximo año con 198.000 euros más de ingresos y con una partida para afrontar la paga extra de los funcionarios que se eliminó en 2012. La bancada socialista apostó por dar más dinero al área de Deportes y el grupo izquierdista solicitó solucionar los problemas de la plantilla de la Policía Local.
Otra medida de relevancia acordada en el Pleno fue la rebaja del coeficiente del Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) que el gobierno local propuso para el próximo recibo. Se trata de una bajada del 0,7 al 0,65% que intentará paliar la actualización de la ponencia de valores catastrales que se incrementó en el 2013. En total la bajada supone un 7,2% que se realiza gracias a que el Ayuntamiento tiene actualizado su padrón con nuevas viviendas. Además se instó a la Conselleria de Infraestructuras a que licite la rotonda de acceso al municipio desde la CV-95 con el fin de reducir los accidentes de tráfico en la salida hacia el Hospital de Torrevieja.
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