La Fundación reclama que no se haga política en torno a la figura de Miguel Hernández

Unidad en torno a la figura de Miguel Hernández y atención a los lugares que marcaron su vida y su obra. Esa fue la reclamación realizada ayer desde la Fundación Cultural que lleva el nombre del oriolano más universal cuyo director, Aitor Larrabide, hizo tanto al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, como a la concejal de Cultura, Begoña Cuartero, quienes aprovecharon ayer la celebración del 105 aniversario del nacimiento del escritor para visitar la sede de una institución que ha pasado por malos momentos y que necesita del apoyo de todos para reflotarse, en especial del Consistorio, encargado de su mantenimiento.

Larrabide aseguró que no ya solo el edificio de la Fundación, que en su día costó millón y medio de euros a la Generalitat, sino todo el entorno hernandiano necesita de una promoción y actuaciones que fomenten su visita. Así, recordó que el año pasado la Casa de Miguel Hernández fue el museo más concurrido del municipio, con 27.000 visitantes, y precisó que es necesaria la apertura de la Casa Natal, inaugurada hace cinco años pero sin uso, para completar el que denominó como «triángulo hernandiano». Precisamente en el Ayuntamiento está desde octubre del 2014 el convenio que deben firmar a tres bandas Fundación, Consistorio y Generalitat, a falta de pasarse por Junta de Gobierno para que se haga efectivo. En este sentido el alcalde se comprometió, sin dar fechas, a revisar el texto para desbloquearlo y así poder abrir la vivienda de la calle San Juan. En un principio este edificio se pensó para destinarse a archivo audiovisual de la Fundación y espacio para los investigadores, aunque Larrabide precisó que en la zona del sótano se podría crear una especie de centro de recepción de visitantes que acudan a Orihuela a conocer los espacios a los que Miguel Hernández escribió.

El alcalde mostró su «total compromiso en agilizar al máximo ese convenio y que lo antes posible pueda pasar a ser una realidad» y el director de la fundación hernandiana reiteró la necesidad de que se dejen atrás las ideologías políticas para dar al autor de 'Perito en lunas' el carácter universal que tiene. Larrabide mostró la necesidad de trabajar fuera de las fronteras oriolanas, «estrechar lazos con personas e instituciones que llevan el nombre de Miguel Hernández, que es uno de los objetivos que persigo y espero que se haga realidad». De este modo abundó en el hecho de que «Miguel es patrimonio de todos, y todos debemos sentirnos orgullosos y dejarlo fuera de la batalla política», por lo que pidió «altura de miras» a los responsables de todas las instituciones políticas para darle el esplendor que merece.

Durante la visita, tanto el alcalde como la concejal tuvieron ocasión de ver las instalaciones de la Fundación Cultural Miguel Hernández, que en la actualidad tiene varios cristales rotos a causa del vandalismo en la zona o persianas en mal estado, la casa del poeta, la sala de exposiciones anexa y la casa restaurada por el Ayuntamiento hace dos mandatos, que se destinó en un principio a tienda de recuerdos y que lleva varios años cerrada y sin uso, lugares que podrían aprovecharse para dar vida a un Rincón Hernandiano de capa caída, con una de sus palmeras quemada desde el pasado mes de junio a causa de unos petardos, farolas rotas y sin ningún tipo de actividad un día como el de ayer, cuando se conmemoró el 105 aniversario del nacimiento de Miguel Hernández. Mientras en la fachada de la Fundación sigue su silueta en la sierra y el «dejadme la esperanza» de la 'Canción última', tan vigente hoy como cuando él lo escribió.