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Aguas negras junto a la carretera de La Murada. :: alberto aragón
Los lixiviados se abren paso por fincas y caminos y ya casi llegan a La Murada

Los lixiviados se abren paso por fincas y caminos y ya casi llegan a La Murada

Vertivega exige tanto a Valencia como a Murcia que tomen cartas en el asunto y que determinen dónde está la fuga de este agua contaminada

Pilar M. Maciá

Martes, 24 de noviembre 2015, 01:31

Aunque el foco de la basura se ha puesto en las últimas semanas en la necesidad de que el Consorcio del Plan Zonal ponga fin al traslado a miles de toneladas de residuos hasta vertederos de fuera de la comarca, no hay que olvidar la situación que viven los vecinos de La Murada y las consecuencias, en esta ocasión, por la falta de actividad del vertedero de Abanilla, a caballo entre la Región de Murcia y la provincia de Alicante. No lo olvidan los responsables y asociados de la Plataforma Interregional Vertivega, pero sobre todo viven con miedo quienes tienen sus casa en la pedanía oriolana puesto que ven cómo, poco a poco, los ríos de lixiviados se acercan a ellos.

«El agua lleva la escritura bajo el brazo». Esta frase la recuerda de sus mayores el presidente de Vertivega, Rafa Torá, y con ella quiere decir que los cauces no entienden de fincas ni de caminos, y así lo han demostrado estos nuevos afloramientos de aguas sucias, pestilentes y sobre todo temen que contaminadas, que han empezado a correr incluso de forma paralela a la carretera que une Los Vives y La Murada. «Están apareciendo a cinco kilómetros del origen, y esto ya se pasa de madre sobre todo teniendo en cuenta que las autoridades de Valencia y de Murcia llevan diez días avisadas», asegura Torá, quien añadió que según los técnicos de la empresa que ahora realiza el mantenimiento en el vertedero «aquí llevaban años sin sacar cubas ni llevarlas a ningún gestor».

Los vecinos exigen soluciones por parte de los responsables políticos de ambas comunidades autónomas, y preguntado sobre si piensan que los lixiviados proceden del vertedero de Proambiente, el presidente de Vertivega asegura «que no hay nada más que seguir el cauce, aunque en ocasiones se mete por fincas que son privadas cuyos dueños tampoco deberían callar, sino denunciar lo que está sucediendo». Según Torá, los técnicos de carreteras, la Policía Local y la Guardia Civil «lo han visto, y hay que actuar porque pueden verse afectadas las conducciones del Taibilla, y ese agua es la que luego nos sale por los grifos a muchos ciudadanos».

La plataforma pide que se ponga freno a esta situación o que al menos la empresa que realiza los trabajos de mantenimiento enviada por la administración murciana «eche un vistazo, porque tenemos muchos vídeos que hemos grabado en los pies del vaso dos y sale por debajo un río hasta fuera de la planta». Los vecinos están escandalizados con lo que han visto en el vertedero «porque no se puede pretender sellar una montaña que está en movimiento, que paree que tiene vida, y lo que nosotros ya hemos dicho es que como aquí nunca hubo un proyecto no se puede tratar como algo que lo ha tenido», asegura Torá que considera que la actuación de las autoridades murcianas y valencianas no ha sido la que debería. «Aquí nadie hace nada, Proambiente y Colsur facturaron durante años miles de millones y ahora se van a ir de rositas, mientras que la directora de Calidad Ambiental de Murcia nos decía que había que buscar a dónde había ido el dinero. Lo que hay que buscar es de dónde salen esos lixiviados», indica el presidente de Vertivega quien comenta que de momento, por parte de la administración valenciana tampoco han recibido respuesta alguna «salvo que les demos las coordenadas, cuando hemos ido hasta allí a contarles el problema desde el inicio».

Para Vertivega, con los tres millones de euros que se han estimado para la recuperación ambiental de la sierra -solo en el caso de Abanilla-, no será suficiente, «cuando aquí se han facturado cientos de millones y ahora con tres lo quieren arreglar todo», y reiteró la necesidad de investigar de dónde salen los lixiviados y frenarlos «porque si pilla un venero que vaya a los cauces de riego estará todo perdido, puesto que este agua tiene mucha conductividad además de sustancias como amonio, y están pasando por en medio de las fincas», concluyó.

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