Los trabajadores municipales protestarán por el retraso en el pago de las nóminas

El retraso en el pago de las nóminas y el hecho de que ayer a mediodía no quedara realizado el informe necesario para avalar el ingreso de la extra de Navidad en las cuentas de los más de setecientos trabajadores del Ayuntamiento, hizo que ayer en asamblea convocada por UGT, unos 150 empleados decidieran realizar una protesta mañana, a las diez y media de la mañana, en la puerta del Ayuntamiento. Por lo que pueda pasar de cara a fin de mes, los responsables de este sindicato han solicitado los permisos necesarios para otra concentración el día 29 a la misma hora si persisten los retrasos, puesto que consideran que los funcionarios no deben permanecer callados mientras que el Ayuntamiento no cumple con sus obligaciones.

La situación no es nueva, puesto que el año pasado se vieron en las mismas por estas fechas, y desde UGT aseguraron que se han cumplido con las exigencias realizadas unas semanas de que se adelantara todo el trabajo para no llegar al día de cobro sin contar con todos los informes. Una vez más se apuntó al área de Intervención y en concreto a su titular, quien dejó el despacho a mediodía de ayer sin ultimar el informe de reparos a la nómina, como es habitual cada mes, y por lo tanto sin que el alcalde pudiera levantarlo avalado por el correspondiente contrainforme, una práctica que se ha convertido en habitual en el Palacio del Marqués de Arneva.

Al terminar su jornada laboral, a las dos de la tarde por tener horario reducido con motivo de las fiestas navideñas, los trabajadores se congregaron en el Auditorio de La Lonja para participar en una asamblea en la que desde UGT se preguntó si se contaba con el apoyo de los empleados para seguir adelante o no con la protesta, «porque nadie puede secuestrar nuestra nómina ni tenernos al filo de la navaja todos los meses», indicó Antonio Lucerón, que fue quien llevó la voz de los sindicalistas, aunque en la mesa habría representación de los distintos sectores laborales del Consistorio. Lucerón explicó que se ha pedido a la Corporación que ponga en marcha un procedimiento para averiguar lo ocurrido «y que digan si se ha vulnerado algo o no, de forma que pueda depurarse cualquier responsabilidad», algo de lo que aún no se ha obtenido respuesta.

Aunque algunos de los asistentes hablaron de no cubrir determinados servicios, en ningún momento se habló en firme de hacer una huelga «aunque sí que se ha comunicado a la Corporación que se pueden mermar los servicios extraordinarios» de cara a las fiestas navideñas, aseguraron. Las quejas continuaron y se habló de la necesidad de arreglar un problema que se dilata en el tiempo y por el que siempre pagan los trabajadores, al tiempo que se exigió al gobierno municipal que asuma sus responsabilidades y ponga a cada uno en su lugar, así como de la situación en la que viven determinados funcionarios que son los que hacen de «parapeto», como allí se calificó, entre el político, el ciudadano y el área de Intervención.

En este sentido se pasó de hablar el pago de las nóminas a la ausencia de una estructura municipal como requiere una localidad con régimen de Municipio de Gran Población como es el caso oriolano de manera que se organicen la administración y las funciones de cada trabajador. Así se habló de la RPT (Relación de Puestos de Trabajo) pendiente desde hace años aunque desde UGT se consideró que no hace falta siquiera esperar a que se ponga en marcha, puesto que a través de la plantilla municipal se puede realizar la reorganización.

Preguntado ayer tarde por este conflicto el concejal de Régimen Interior, Rafael Almagro, aseguró que todo el mundo ha corrido para cumplir con el plazo establecido y que desde Intervención le indicaron que esta mañana temprano estaría todo hecho para posibilitar tanto el pago de la extra como de la nómina que deben ingresar los trabajadores antes de que termine el año. El problema es que cada mes la nómina se encuentra con reparos de Intervención debido a que se paga el trabajo realizado por personas que no están fijas en el Ayuntamiento desde hace años, lo que hace imposible acabar con esas pegas del funcionario si no se pone en marcha un proceso de consolidación de la plantilla municipal.