P. M. MACIÁ
Viernes, 29 de enero 2016, 01:29
Aunque finalmente salieron adelante con los votos a favor de PP y Ciudadanos y la abstención de Cambiemos, las cuentas de la sociedad municipal Uryula Histórica casi se quedan anoche sobre la mesa. A priori el punto no debía haber generado apenas debate, teniendo en cuenta que esta mercantil lleva años sin actividad y que por tanto el contador es de cero, aunque la posibilidad de que sea a través de ella como se gestione la atención temprana generó debate, y muchas dudas. La socialista Carmen Gutiérrez fue la primera en plantearlas, y preguntó al secretario que si la ausencia de un informe de intervención podría hacer incurrir a los miembros de la Corporación, reunidos en calidad de Junta General de Uryula, en causa de ilegalidad. El funcionario afirmó que no podía informar en el momento puesto que no está entre sus competencias el control interno, financiero y la eficacia de este organismo, por lo que no dio respuesta. Fue entonces cuando la también socialista Carolina Gracia tomó la palabra y sacó a colación a la asociación Dinoco y la negativa del alcalde a incluirla en el consejo de administración de la empresa puesto que está formada por padres de niños que reciben el servicio de atención temprana. Gracia planteó una nueva modificación en los estatutos para ampliar el número de consejeros, y el alcalde pidió que primero se centraran en lo que había en el orden del día, que no era otra cosa que aprobar las cuentas de los años 2012, 2013 y 2014.
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De nuevo Gutiérrez consideró que sin informe de Intervención no debía seguirse adelante y Juan Ignacio López-Bas instó a que aclarase su duda de legalidad, a lo que la edil respondió que su propuesta era dejar las cuentas sobre la mesa para ponerse a trabajar en la encomienda de gestión, de la que criticó que no se ha hecho nada, y dar así actividad a Uryula. El alcalde llegó a plantear esta cuestión el dejar las cuentas pendientes de fiscalización pero no dudó en atacar a los socialistas, a los que prácticamente acusó de ser los causantes del problema y de intentar ralentizar la solución puesto que a su juicio la aprobación de las cuentas ya supondría la reactivación de la empresa para seguir dando pasos hacia adelante.
Los reproches fueron en aumento y Marta Guillén preguntó por qué no se debatía el asunto en la mesa de negociación pedida por los padres hace dos semanas en lugar de en la Junta General, y tras dos votaciones, una para decidir si se continuaba con la aprobación, a la que solo se negaron los socialistas, en la segunda las cuentas salieron adelante.
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