El Caballero Portaestandarte, figura clave en la Semana Santa callosina
TRIBUNA MIGUEL MARTÍNEZ APARICIO
Miércoles, 23 de marzo 2016, 01:47
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TRIBUNA MIGUEL MARTÍNEZ APARICIO
Miércoles, 23 de marzo 2016, 01:47
A Adrián Prieto, mi hermano y amigo. Al llegar la Semana Santa en nuestra ciudad, la Junta Central designa a distintos cargos de honor, entre el que se encuentra el Caballero o Dama, que con la denominación de Portaestandarte, se encargan de representar a las Cofradías y Hermandades Callosinas, en dos de los momentos más solemnes de nuestra Semana Mayor. Pero, extendiendo su representación y atendiendo a la responsabilidad que ello supone, encabezar a toda una ciudad y sus habitantes en tales actos, como siempre, desde tiempo inmemorial, lo ha sido.
Miguel Martínez Aparicio
Desde que comenzó la década de los años 80 del pasado siglo, con la llegada de nuevas hermandades, cargadas de ilusión y empuje hacia la Semana Santa y sus actos procesionales, aparecen nuevos cargos como Pregonero, Nazareno de Honor o Mantenedor que, junto con el Caballero Portaestandarte, forman un incipiente grupo de personalidades que, años más tarde, se consolidaría en la terna que, año tras año, nos acompaña cada pasional primavera.
Buscando los orígenes de este cargo, el más importante para mí por su importancia y antigüedad como es el Caballero Portaestandarte, tendríamos que retroceder en el tiempo, hasta los primeros datos escritos sobre las procesiones. Según consta en los libros capitulares de nuestro Consistorio, desde tiempo inmemorial, son organizados por el Consejo de la entonces Villa de Callosa de Segura, nos referimos al año 1778, cuando la celebración de la Procesión del Santo Entierro, correspondía al Ayuntamiento su organización y patrocinio. (Acta capitular de 23 de marzo de 1778).
Ya figuraba entonces, en la sesión del 9 de abril de 1778, al tratar sobre la organización de esta procesión, el nombramiento de la figura que abría dicha procesión, celebrada Viernes Santo, en la que en primer lugar iba el Estandarte, «primera insignia de dicha procesión, llevado por la persona de mayor distinción y para acompañarlo con luces se nombraba a don José Martínez de Sánchez y a don Joaquín Martínez Torner, ambos del estado noble de la Villa».
Con el tiempo, hemos visto como esta figura se ha mantenido encabezando la procesión del Santo Entierro designado por el Ayuntamiento. Por ello, la función principal del Caballero o Dama Portaestandarte, es marcar el luto riguroso en la Solemne Procesión del Santo Entierro, no dejando por ello de tener menos importancia, su participación en el tradicional acto de quitarle el manto a la Virgen ante el Santísimo en el Domingo de Resurrección.
Con el paso del tiempo no ha dejado de tener su relevancia la Institución Municipal en esta Procesión. Hasta el inicio de la década de 1980, fue el Ayuntamiento quien designaba esta figura, recayendo en concejales o personas cercanas a la Corporación, como así consta en sus actas cuando el 3 de febrero de 1971, el Pleno acuerda «designar Caballero Porta-Estandarte para las procesiones que patrocina el Excelentísimo Ayuntamiento a don José Luis Mateo Salinas», concejal, o en 1976, nombrando al también concejal don José Guilló Sáez.
Con la llegada de la Democracia, el Ayuntamiento decidió ceder a la Junta Mayor o Central, este nombramiento, reconociendo también con ello, a las Cofradías que presiden la Semana Santa callosina. Desde entonces, el Caballero o Dama Portaestandarte, además de realizar con el pendón negro las reverencias hacia adelante o hacia atrás, despoja de manera valiente y decidida el manto negro que cubre la bella imagen de María, en su advocación de Nuestra Señora de la Portería. Hasta ese momento correspondía al maestro de ceremonia, quitar el manto mientras el Caballero enarbolaba el pendón blanco como muestra de victoria y alegría. Aún son muchos los recuerdan la figura de Monserrate Aparicio Murcia, mi abuelo que con toda maestría quitaba el manto, acto que con todo cariño recordamos en la familia, pues fueron muchísimos los años en los que ejerció tal labor.
Junto a él han pasado muchísimos callosinos ejerciendo tal honroso encargo, quitando el manto a la Virgen, un manto negro guardado con todo celo en la Parroquial de San Martín como así consta en los Inventarios de 1740 o 1779, a una imagen mariana de gran devoción en la Ciudad, como La Soledad en los inicios del Siglo XX partiendo de la Ermita del Rosario, como nos contó don Antonio Hidalgo Mateo, siendo Caballero Portaestandarte don Estanislao Guilabert o, desde su adquisición por su Mayordomía, Nuestra Señora de la Portería, saliendo el cortejo desde el Convento, junto al Caballero Portaestandarte don Carlos Galiana Cecilia en los años cincuenta, pasando por otras imágenes como la existente en el Archivo Parroquial, donde existía una «que se llama de Resurrección por sacarse solo el día de esa Pascua a la procesión, permaneciendo en el archivo todo el año». (España Mariana, Francisco de Paula Guilabert, 1884).
Con todo esto, podemos decir que en actos como estos de la Procesión Solemne del Entierro o Encuentro Glorioso de Domingo de Pascua, fundamentamos gran parte de las raíces de una Semana Santa Como la nuestra, plena de tradición y sentimiento. Y en la Figura del Caballero Portaestandarte o Dama Portaestandarte, la representación de toda una ciudad que la quiere y la protege, siendo más que un Cargo, una Institución por lo que conlleva de responsabilidad y honor el presidir los actos más solemnes de la Semana Mayor de Callosa de Segura.
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