Una mirada al corazón de Kenia

Paliar las necesidades de la infancia de Kenia. Esta es la misión de la que parte la exposición 'Un paseo por África': Luchar contra la malnutrición y llevar equipos médicos al lugar más remoto de la zona occidental del continente africano. La muestra se ubica en la Casa de Cultura de Pilar de la Horadada y enseña breves escenas cotidianas de niños donde se da cuenta del problema por el que atraviesan las sociedades más olvidadas por parte de sus gobiernos y del mundo desarrollado.

La ONG Aztivate, apoyada por la Asociación Infancia Futura (AIF), con sede en Pilar de la Horadada, ha puesto en marcha una muestra fotográfica con la que desea concienciar sobre la falta de recursos en Turkana. Esta actividad se organiza para financiar un hospital en esas tierras, aunque se han preparado otra serie actos para captar fondos económicos. Las organizaciones de voluntariado tratan de dar servicio en una zona que abarca 4.000 kilómetros cuadrados, puesto que otro proyecto es la puesta en marcha de varias clínicas móviles para pasar consulta a los menores.

Una forma de colaborar se basa en la compra de las fotos de esta exposición, ya que se venden, pero hay otras muchas formas de ayudar a estos voluntarios, como indica Mertxe González, alma de la ONG AIF. Tras pasar cuatro años en Etiopía y gestionar un orfanato en Mali, este colectivo decidió sumarse al proyecto del hospital de Aztivate. Ambas asociaciones se unieron y ahora AIF organiza mercadillos solidarios donde se venden productos artesanos. En la elaboración de estos productos también participa la comunidad extranjera que está instalada en la urbanización Pinar de Campoverde.

El doctor Luis Santos también se ha prestado a ceder parte de su material fotográfico acumulado a lo largo de su experiencia en África. Estas imágenes contrastan con las de Javier Corbo, impresas en blanco y negro, si bien todas se han colocado dentro de la Casa de Cultura.

Aztivate es la única ONG con un proyecto estable en la zona de Turkana. Solo grupos de misioneros prestan apoyo en esta parte de Kenia, donde no es fácil llegar. Otras organizaciones desarrollan iniciativas puntuales en una de las zonas más alejadas y «olvidadas por parte del Gobierno, apunta el voluntario». Para acceder a este punto del planeta, es necesario desplazarse desde la capital, Nairobi, en un viaje de avioneta que luego se suma a seis horas de trayecto en un tododeterreno. «No dispone ni de carreteras, es un misterio cómo han sobrevivido porque no cultivan, no tienen agua y tampoco cazan», explica Corbo.

La principal enfermedad que padecen los menores es la malnutrición, que a los niños les crea secuelas durante toda su vida. La mortalidad infantil se cifra en un 22% y la malnutrición afecta al 37% de la sociedad keniata. Aztivate indica que su objetivo «no es solucionar el problema del hambre ni de su desarrollo. Nuestra misión es paliar el sufrimiento de estas gentes en la medida de nuestras posibilidades». El director de la exposición revela que «no se puede conseguir que esta gente sea sostenible, sino darle una cobertura a los niños que pasan hambre», señala Corbo, que añade que «el desarrollo del lugar con agua potable y alimentos es un tema del gobierno y de grandes multinacionales». No obstante, asegura que la ayuda llega y se pueden salvar vidas, «alimentar a un niño un día solo cuesta 30 céntimos, imagina lo que se puede hacer con diez euros».