El PP insta al Consell a conservar el aula que perderá el Colegio Jesús María de San Isidro

El Partido Popular oriolano se ha puesto del lado tanto de las reclamaciones de los profesores como de los padres y madres que llevan a sus hijos al Colegio Jesús María de San Isidro. Este centro religioso bajo la fórmula de concertado entra en los planes de recorte de aulas que prevé la Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà para el próximo curso pero el equipo de gobierno no está por la labor de que sus reivindicaciones no cuenten con el apoyo municipal.

El alcalde, Emilio Bascuñana, acudió ayer al centro acompañado de la titular de Educación, Begoña Cuartero, y también el edil Dámaso Aparicio, para mantener una entrevista con el director, Antonio Carlos Molina, y emprender acciones conjuntas para exigir al Consell que recapacite. El colegio perderá de seguir adelante con los planes de la administración educativa un aula para niños de tres años que será sustituida por otra conjunta destinada a alumnos de esta edad y los de cuatro años con un máximo de veinte. De rebote, según explicó Molina, también se pierde la única que tienen de ESO y otra destinada a clases de apoyo. Ante esta tesitura los populares dejaron claro que su oposición será firme y harán todo lo posible para evitarlo ya que como indicó la concejal «no es de recibo que se siga adelante con esta supresión». Así Cuartero dijo que el lunes tendrá lugar un Consejo Escolar donde se presentarán alegaciones junto con las ya elevadas por el centro. No es la única medida puesto que el PP llevará al Pleno una moción para instar a la conselleria a que dé marcha atrás «con los recortes porque ellos son siempre los que se quejaban de los que había y ahora los aplican», en referencia a los partidos de izquierda que gobiernan en Valencia.

La responsable municipal echó en cara que no se ha tenido en cuenta el proyecto del centro en su vertiente de dar no solo educación puesto que también, indicó, realiza una importante labor en un barrio «donde la integración social es fundamental». Así dijo que en Orihuela se necesitan todas las unidades escolares «en centros privados, concertados o públicos» y pidió que el municipio apoye esa demanda «porque es un recorte ideológico que solo busca hacer daño a los niños que son los más afectados». El alcalde destacó que cualquier recorte en servicios en el municipio perjudica a este «máxime si el barrio necesita que las familias cuenten con esas aulas porque restringir en educación castiga sobre todo a las familias y haremos lo posible por evitarlo».

Por su parte el director dijo que debe conservarse al aula de Infantil aunque tenga una ratio baja por el papel que juega en el entorno del barrio y también que no se le han respondido a las alegaciones «ni tampoco nadie ha venido a ver la singularidad del centro». Molina reclamó que «primero se vea y luego se decida porque somos un centro que fomenta la diversidad y la integración de inmigrantes» ya que destacó que tienen niños de ocho nacionalidades «y ser religioso no implica nada porque más del 60% del alumnado extranjero, que supone el 12% del total de estudiantes son árabes y se recorta de un modo injusto sin saber qué labor se hace». El centro tiene ahora 205 alumnos y cumple el año que viene medio siglo en el barrio y el director añadió que también esa supresión elevará la carga de alumnado en otros como el Virgen de la Puerta o la del IES Las Espeñetas.