Miguel Hernández se hace universitario

La Universidad Miguel Hernández (UMH) nació hace ahora veinte años pero hasta ayer el campus de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (Epso) en Desamparados no contaba con ningún símbolo que recordara al universal poeta que presta su nombre a la institución docente.

Este hecho quedó zanjado con la colocación de un busto del autor de 'Perito en lunas' en el lugar más emblemático del campus como es la famosa barraca que da la bienvenida a estudiantes y alumnos desde 1972. El rector de la UMH, Jesús Pastor, fue quien se encargó de inaugurar la escultura del escritor, una obra del estudiante de la Facultad de Bellas Artes de Altea Manuel José Sanz, quien ha contado con la colaboración de profesores de esta para crear un busto en bronce. El acto se enmarcó dentro del programa de actividades en honor al patrón del campus oriolano, San Isidro Labrador, que se celebran durante esta semana. La escultura integra fragmentos del poema hernandiano 'Las nanas de la cebolla' y fue la ganadora de un concurso convocado por la universidad para dar realce al poeta que le presta su nombre como recordó el rector. Pastor destacó que la UMH se significa entre otros aspectos por difundir la vida y obra del autor también a través de la cátedra del mismo nombre y no olvidó mencionar las palabras del chileno Pablo Neruda para «sacarlo del destierro de las sombras».

El rector aprovechó el desplazamiento al campus dedicado a las titulaciones agrícolas para reiterar que la UMH tiene en proyecto la creación de un centro de investigación en torno a estas disciplinas y que sirva para «avanzar en la labor que hace la universidad ya que estamos catalogados dentro de las españolas como una de las que más se dedica a este ámbito del conocimiento». El objetivo que tiene Pastor es que en los tres años que le quedan de mandato Desamparados cuente con él y sirva para dar un salto cualitativo «en la transferencia del saber de nuestros equipos hacia la sociedad».

En esta línea es en la que trabaja el director de la Epso, Ricardo Abadía, quien apuntó que se trata de una iniciativa que lleva mucho tiempo sobre el papel pero que no se ha desarrollado hasta ahora aunque confió en que sea una realidad a medio plazo «porque es necesario contar con él ya que una de las principales tareas de las universidades según marca la nueva legislación que las regula es que sirvan para revertir en la sociedad todos los conocimientos que en ellas se desarrollan».

Abadía precisó que el sector agroalimentario es uno de los más pujantes «y por supuesto la escuela no es ajena al lugar en el que está ubicada, en una comarca de las más importantes en cuanto a producción grícola». El director de la Epso indicó que ese centro de investigación será el catalizador de los numerosos proyectos que tiene en marcha la escuela y de otros que están por definir a la vez que debe ser compatible con la estructura de los grupos de investigación que ya tiene la Epso y el trabajo que desarrollan los distintos departamentos. «La idea es aglutinar la oferta tecnológica de la Epso y sus profesionales para ponerla al servicio de empresas, instituciones, colegios profesionales o ayuntamientos», recalcó el director que cumple ahora su primer año como responsable del campus. Abadía indicó que debe potenciar asimismo esa transferencia de investigación hacia las empresas «pero que en la actualidad está dispersa por lo que ha de servir de locomotora y dar mayor proyección al trabajo que hacemos de puertas adentro y se sirvan de él». En esa línea de trabajo está el grupo que dirige ya que destacó que en la actualidad la Epso tiene en marcha once equipos de investigación en distintos departamentos que trabajan en ámbitos que son complementarios. Entre ellos citó los de reproducción animal, producción agrícola, la mejora de la calidad de cosechas y también otros como el de aprovechamiento energético en las fincas o el de los recursos hídricos «muchos de ellos punteros a nivel nacional e internacional», reseñó.

Por otro lado la jornada no tuvo solo el carácter institucional de reconocer con la efigie de Miguel Hernández al campus desde su entrada ya que los alumnos pudieron disfrutar de diversos talleres como el de catas de cervezas o de elaboración de postres que dirigió la profesora de Tecnología de los Alimentos Casilda Navarro. Esta explicó que el objetivo es que los estudiantes se familiaricen con productos en clases prácticas que complementen sus estudios.