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Pilar M. Maciá
Sábado, 2 de julio 2016, 01:01
La situación de los mercaderes fue objeto ayer de comparecencia del portavoz de Cambiemos, Karlos Bernabé, quien afirmó que aunque ya ha hablado del tema en varias ocasiones «me veo obligado a reiterarlo». Bernabé comenzó con el mercado que cada martes se instala en Los Huertos, y en el que aseguró que los placeros «están hartos de estar allí». Así indicó que aunque hasta ahora había cierta fractura entre los mercaderes, motivada sobre todo en función de dónde está ubicado cada uno, «han descubierto que no funciona y la mayoría quiere salir de allí». Así, pidió al concejal de Mercados, Dámaso Aparicio, que abra un espacio de diálogo para retomar el tema. No obstante la solicitud que aseguró que realizará también por escrito está enfocada a un problema con el que cada semana se encuentran las personas que ponen su puesto en el zoco de los sábados en Avenida Teodomiro. Karlos Bernabé dijo que hay quejas, por tratarse de un entorno rodeado de zona azul en activo el sábado por la mañana «y tienen que pagar por los coches que no entran en el mercado», anulando además, precisó, la función de rotación que tiene la ORA y que se pierde al estar los vehículos toda la mañana allí. Así, pidió que se emita una autorización a los mercaderes que a juicio del izquierdista permitiría además controlar posibles impagos de las tasas «cosa que se regularizaría asociando esa tarjeta a las autorizaciones». El concejal consideró que esta sería «una solución razonable y reiteró que la solicitará por escrito «porque si no nos escucharán».
Balance del Pleno
Karlos Bernabé aprovechó para valorar las sensaciones de su grupo tras el Pleno del jueves en el que consideró que hubo demasiada «crispación en algunos temas», y se centró en la comparecencia sobre la gestión de la atención temprana. En este sentido el edil dijo que Sabina Galindo «se lo llevó al terreno personal y yo estoy convencido de que ella quiere arreglarlo, pero desconfío de gente que ronda al equipo de gobierno». Así indicó que la oposición «bajó el tono» y que la comparecencia lo que pretendía era «buscar una solución a un problema complejo que requiere de voluntad política, y nos encontramos a un Bascuñana que casi nos culpó de que no la cuestión no esté resuelta.
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