PPLL
Domingo, 17 de julio 2016, 01:05
La recepción celebrada en el cuartel de los Caballeros del Rey Fernando por su Embajador, Antonio José Rubio, contó con numerosas sorpresas, pero la mayor fue sin duda la petición de mano que el protagonista de la noche realizó a su dama, Irene Huertas, y que culminó con una boda civil que les unió con las alrededor de trescientas personas que asistieron como testigos. Antes y en calidad de máximo representante del Bando de la Cruz, Rubio recibió numerosos regalos tanto de su comparsa, dos trabucos, como de sus acompañantes festeros, la Armengola y el Embajador Moro que le regalaron un cuadro con una imagen de la pareja. Sus amigos, su familia y su hija, la pequeña Sofía, no faltaron en la retahíla de presentes que dio paso a que el alcalde impusiera el escudo de oro de la ciudad en la solapa del embajador. La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
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