Pilar M. Maciá
Viernes, 12 de agosto 2016, 02:13
Cuatro años y medio después de que se cerraran al tráfico los dos carriles de la Avenida Marqués de Molins más cercanos a las vías del tren, los oriolanos están a punto de volver a contar con esta calle para circular con sus vehículos -desde hace unos días se puede pasar a pie-. De esta forma se recupera parte de lo perdido a causa de las obras del AVE. Y poco más, porque el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) pretende cerrar al tráfico el vial de su propiedad que une las carreteras de Hurchillo y Arneva y que se construyó para posibilitar el acceso de camiones a la obra y fía la apertura del paso sobre la losa por la carretera de Hurchillo a la firma de un convenio que debía haberse realizado hace años y que todavía sigue pendiente. El alcalde afirmó ayer que el Ayuntamiento ha pedido la cesión de la carretera que completa la conexión de las pedanías del sur de la ciudad, bien sea a la propia administración local, a la autonómica o a la provincial, pero el caso es que no se pierda el que ha sido desahogo del tráfico durante los últimos cuatro años.
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Emilio Bascuñana recordó cómo hace unos días y con motivo de la apertura de la rotonda de acceso por la CV-95 ya se tuvo que negociar que no se cerrara ese vial, y ayer indicó que aunque en Marqués de Molins todavía quedan algunos flecos que completar, el Ayuntamiento está dispuesto a recibir la obra cuando esté disponible para la circulación, puesto que sería una forma de agilizarla en especial de cara al mes que viene, cuando el tráfico oriolano volverá a la normalidad tras el parón veraniego. El Consistorio manifestó esta petición a Adif hace unos días en un escrito en el que se reiteró la solicitud de que no se clausure la conexión entre Hurchillo y Arneva que se realiza por un vial que es propiedad de Adif, que fue quien se encargó de la expropiación de los terrenos y de su construcción. «Ellos entienden que si ya no existe el objeto por el que se hizo el vial no tiene sentido, pero nosotros por supuesto que no lo vemos de la misma forma», puntualizó Bascuñana.
El popular admitió que a falta de firmar el convenio y a estas alturas de unas obras que están a punto de terminar, pocos elementos de negociación le quedan al Ayuntamiento, pero indicó que se usarán todos los posibles para conseguir el máximo de mejoras para un municipio que ha sufrido un importante perjuicio durante este tiempo. A falta de calcular, el alcalde aseguró que la ciudad y sus ciudadanos han perdido «muchos millones de euros» si se tienen en cuenta aspectos como el combustible que han gastado los conductores que han tenido que recorrer todo el casco urbano en ocasiones para salir por uno de sitios disponibles, teniendo en cuenta que el acceso por al CV-95 también ha estado clausurado mucho tiempo, y sobre todo el perjuicio económico del comercio de la ciudad.
«Se trata de un tema muy complejo que puse encima de la mesa nada más llegar a la Alcaldía», dijo el primer edil que en todo caso admitió que con los trabajos casi acabados el administrador ya no necesita nada de Orihuela para terminar su obra, por lo que tampoco hay elementos para presionar y conseguir más de lo que ya se ha logrado.
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