Joaquín Andreu Esteban
Domingo, 28 de agosto 2016, 01:04
El sacerdote recordó que en los dos cuerpos de la iglesia sobresalen estos aleros que con el paso del tiempo han perdido agarre por la descomposición del hormigón y suponen un peligro de caída de cascotes tanto en el lateral que recae a la calle San Miguel como en la fachada principal. El último de ellos fue en un patio interior y Martín destacó que «hubo suerte y se pudo quitar el alero a tiempo por lo que no hubo que lamentar desgracias personale» a lo que añadió que la iglesia requiere de trabajos para preservarla «porque este hecho se puede producir en cualquiera de las cornisas que lo rodean».
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«El material de esas cornisas es malo y se caen pero ese no es el único problema que presenta la iglesia», precisó el párroco. Este detalló que la pérdida de elementos ornamentales viene motivada por las humedades del edificio religioso que han reblandecido parte de sus elementos, unos síntomas que no solo se perciben en el exterior puesto que en el interior son casi más acuciantes y los efectos se ven tanto en diversas capillas como en columnas o los techos abovedados. Martín dijo que no se sabe a ciencia cierta de dónde provienen, acaso de un antiguo pozo que ha afectado notablemente a una de las capillas más antiguas del edificio religioso aunque el problema mayor lo presenta el camarín donde se da culto a la patrona redovanense, la Virgen de la Salud, una estancia del siglo XVIII que se encuentra en mal estado.
El olor a humedad se percibe desde la empinada escalinata por la que se accede a este y los desconchones se notan en la bóveda interior donde los frescos originales se desprenden a marchas forzadas, acaso porque el camarín está colindante con la calle del mismo nombre que la iglesia y cuando cae lluvia se filtra tanto en la parte alta como en la pared más próxima a esta calle que separa el templo del Ayuntamiento. Tal es así el peligro de este que la venerada imagen por los vecinos se tuvo que sacar de su emplazamiento habitual y ubicarla en otra capilla más cercana a la entrada a la iglesia.
Las mismas deficiencias presentan los muros interiores y también la Capilla de La Inmaculada con señales de la humedad. Con el objetivo de poner remedio a este problema el Obispado elaboró un proyecto de reforma integral que ponga coto a esas deficiencias y concurrió sin éxito a un programa de subvenciones de la Diputación Provincial para rehabilitación patrimonial pero este año se volverá a solicitar ayuda de la institución alicantina para paliar el estado del que es el edificio más antiguo del municipio, ya que estiman que el presupuesto de mejora rondará los 20.000 euros.
Lo que sí se ha hecho es actuar en la deteriorada imagen de la patrona. La original se destruyó en la Guerra Civil pero la talla actual es obra del escultor pilareño José Sánchez Lozano, quien la hizo en 1942, y la Virgen de la Salud ha pasado por las manos de los expertos en restauración para someterse a una puesta a punto.
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El cura explicó que la escultura ya fue objeto de dos rehabilitaciones, una en el 2001 para limpiarla y eliminar repintes, y otra posterior en 2012 para el arreglo de los dedos de una mano «pero el material de la imagen es de pobre calidad y se ha requerido otra actuación para consolidarla», dijo Martín. En concreto el problema que arrastraba eran grietas y aberturas en los ensambles de la madera, desconchones en el estuco y la sujeción de la cabeza con el tronco en su parte posterior era frágil, a lo que hay que añadir el mal estado de la cabellera en el lugar donde se le coloca la corona, que fue retirada para evitar males mayores.
Los trabajos se han hecho en los talleres del Museo Diocesano de Arte Sacro en Orihuela y han estado dirigidos por Pilar Vallalta en colaboración con el escultor Joaquín Mayans y no solo han paliado las deficiencias de la virgen puesto que también han librado al Niño Jesús del siglo XVIII de numerosas capas de pintura. La imagen será recibida hoy a las 21.00 horas a las puertas de la localidad a donde llegará sobre una carreta de bueyes y llegará en romería a la iglesia con lo cual ha quedado lista para la celebración de las fiestas patronales y su salida en procesión el próximo 8 de septiembre.
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La Iglesia Parroquial de San Miguel, patrón de Redován, necesita una puesta a punto con carácter urgente. El equipo de gobierno que preside el popular Emilio Fernández, ha aprobado la concesión de una subvención de tres mil euros para que se puedan llevar a cabo diversas reformas en este templo de origen románico que fue reconstruido en 1701. El primer edil precisó que la cuantía forma parte de la subvención anual que se otorga para poner freno a algunos desperfectos que presenta «el que sin duda es nuestro edificio más emblemático». Fernández detalló que el templo necesita actuaciones de forma constante «y desde siempre echamos una mano porque es la pieza fundamental de nuestro patrimonio cultural».
El dinero se empleará en su integridad a la reparación de las cornisas que circundan el edificio religioso ya que ha habido varios desprendimientos de estas piezas que se colocaron en los trabajos de restauración a mitad de los años noventa, según el párroco, Eloy Martín.
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