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Operarios trabajan en la retirada de los árboles muertos. :: alberto aragón

Medio Ambiente talará más de un millar de pinos con tomicus en San Miguel

La actuación se prolongará a final de mes sin coste para el Ayuntamiento puesto que se realiza con los peones agrícolas que subvenciona Madrid

Pilar M. Maciá

Sábado, 3 de septiembre 2016, 00:53

La primera ofensiva para acabar con la plaga de 'tomicus destruens' que a fulminado a miles de pinos tanto en los montes oriolanos como en los de localidades cercanas, llega de manos del Ayuntamiento. La Concejalía de Medio Ambiente aprovecha estos días la llegada de las brigadas de peones agrícolas que cada año trabajan en el municipio en base a las subvenciones del Ministerio de Fomento para eliminar más de un millar de pinos -se espera poder alcanzar los 1.200- del Monte de San Miguel cuya conservación y mantenimiento depende del Consistorio. Una decena de personas trabaja en cadena, bajo las órdenes de un capataz municipal, para bajar los troncos desde la parte más alta hasta el camino, desde donde se retirarán para su destrucción.

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El concejal, Miguel Ángel Fernández, visitó ayer la zona de hizo hincapié en que ya se nota el trabajo en base al clareo que se ha hecho en parte de la zona centro del monte. La actuación se hará en tres fases, esta primera iniciada durante la semana que acaba de terminar, una segunda en la falta de monte a la altura del Barrio San Isidro y la tercera, junto a la N-340 en la zona del mirador de la salida del túnel. Fernández precisó que se trabaja según las directrices de las secciones forestales tanto de la Diputación como de la Conselleria. De este modo explicó que no se retiran todos los pinos secos y se dejan calvas en el monte, porque si no no se posibilitaría el trabajo de las aves depredadoras del gusano que también ayudas a eliminarlo, y de este modo tienen árboles en los que posarse.

Una vez se concluya esta actuación se pondrá en marcha una segunda fase del trabajo, encaminada a estudiar la reforestación del monte con especies más adecuadas que el pino. En este sentido el edil recordó cómo se reforestaron los montes hace unas seis décadas con una especie de pino que ha demostrado que no se adapta todo lo bien que debería al clima de la zona -sobre todo cuando no recibe aportaciones de lluvia-. Por ello adelantó que las plantas con las que se realizará la reforestación serán típicas del bosque mediterráneo que necesitan menos agua y que se adaptan mejor al clima seco. Hay varias y en la experiencia piloto que realizó la conselleria hace meses en La Aparecida se usaron seis, entre las que están en lentisco, el olivo borde o el ciprés cartaginés.

«Nosotros hemos hecho los deberes, y lo que pedimos a la Generalitat es que ellos también los hagan», declaró el concejal quien recordó que no hay noticia alguna de la situación en la que se encuentra el contrato para realizar una actuación por parte de la Conselleria de Medio Ambiente en la falda de la Sierra de La Muela, donde en especial junto a la N-340 hay miles de árboles secos que deben eliminarse tanto por lo que afea al paisaje como por el peligro de que se produzca un incendio. Fernández recordó que durante el mes de mayo se le indicó que ya se había hecho una encomienda de gestión a la empresa Tragsa y que a partir de ahí la firma del contrato dependía de su paso por departamentos como la Intervención y la Abogacía de la Generalitat. El responsable municipal excusó a los autonómicos porque ha pillado el periodo de vacaciones de por medio y esperó que esta encomienda sea pronto una realidad, confiando en que en octubre podrán empezar los trabajos.

La actuación que se espera para la sierra es como la que ya se realizó en Redován, con la participación de una máquina 'retroaraña' que es capaz de subir a zonas escarpadas y cortar los pinos y que además los tritura, creando una capa natural de corteza que protege el suelo.

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Un actuación con fecha

La retirada de pinos que se realiza en la actualidad es una actuación que no supone un coste para el Consistorio pero que tiene fecha de caducidad, puesto que los contratos de los peones agrícolas, como cada verano, se extienden solo hasta finales del mes de septiembre. En esta ocasión culminarán su labor el día 29, y todavía les queda más trabajo aparte del de los pinos, puesto que el Ayuntamiento empleará parte de sus horas para la limpieza de los barrancos que evite, en caso de que se produzcan episodios de gota fría que afecten al casco urbano, el arrastre a las calles de enseres y basura que puedan estar acumulados en los cauces.

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