Urgente El Puente de la Solidaridad de Duque de Gaeta, Ninot Indultat Infantil de las Fallas 2025

Vaya lunes de resaca estamos viviendo. O mejor dicho, de resacas, porque son muchas y se superponen unas a otras. Está la madre de todas ... las resacas, la resaca electoral. Por dejaran de aparecer en los programas más insólitos de nuestras televisiones, a traición y con alevosía, candidatos pidiéndonos el voto. Y ya podemos volver a encender la televisión sin que nos llevemos un susto. Está también la resaca televisiva, la que nos llevó anoche a permanecer antes los diferentes especiales de nuestras cadenas hasta la madrugada, intentando escudriñar, no ya quien ha ganado, sino como se ha votado en nuestro pueblo, en nuestro barrio o incluso en nuestra comunidad de vecinos. Y claro, este lunes a dormir el resacón y que no nos despierten hasta mediodía, o mejor, empalmarlo con una buena siesta. Y la resaca de los apoderados, vocales y presidentes de mesa, algunos elegidos a traición por haber querido ser el primero en ir a votar para poder después a disfrutar del domingo a la playa o al campo y, por listillo, les tocó presidir una mesa y efectuar después el recuento de papeletas.

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Está también la resaca de los candidatos. Después de días sin dormir, con mítines agotadores y de celebrar sus triunfos con litros de cava, o sus fracasos enjuagando sus lágrimas en enormes sábanas según los casos, hoy toca resacón y prepararse ante lo que les espera. Claro que quizá alguno de ustedes, ayer, después de introducir su voto en la urna, se metieron en la cama, se aislaron de todo, y aún no se han levantado. Pues cuando abran el ojo se van a encontrar con lo inesperado: en 2024, en concreto entre el 6 y el 9 de junio, llegarán las elecciones europeas. No saben lo que les (nos) espera.

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