Julián López, narcos y trap

La vis cómica es un don misterioso en posesión de unos pocos mortales. Julián López (El Provencio, Cuenca, 1978) es uno de ellos. El actor de 'La Hora Chanante' y 'Muchachada Nui' sería gracioso hasta leyendo el listín telefónico. 'Operación Camarón' es una comedia cortada a su medida y eso se nota en cómo pierde fuelle cada vez que su protagonista desaparece de escena. La premisa argumental es tan vieja como el género cómico: el pez fuera del agua.

Julián López encarna a un policía novato con pasado de concertista clásico en Valladolid, que acaba en San Fernando (Cádiz). Su misión es infiltrarse como teclista en Los Lolos, una banda de flamenco-trap que va a tocar en la boda de la hija de un traficante local (Antonio Dechent). El proceso transformador a lo 'My Fair Lady' por el que pasa de pringado a cani con aro en la oreja y cadena de oro al cuello depara las mayores risas del filme. El exfutbolista Carlos Librado 'Nene' en la piel de Lolo, el líder del grupo de trap, y Miren Ibarguren como expeditiva inspectora jefe acompañan en el reparto a Julián López, que también tiene tiempo de quedar prendado de la hermana de Lolo, a la que da vida Natalia de Molina.

'Operación Camarón' fue la primera película con vocación taquillera que vio retrasado su estreno por la pandemia. Tenía previsto llegar a los cines el 13 de marzo del año pasado, un día antes de que el presidente Pedro Sánchez decretara el estado de alarma por la amenaza del covid. Después se anunció su estreno para el mes de septiembre y de nuevo Telecinco Cinema decidió aplazarla hasta este viernes, en el que los cines vuelven a tener sesiones nocturnas.

Al frente de 'Operación Camarón' está el siempre eficaz Carlos Therón, director de 'Es por tu bien', 'Lo dejo cuando quiera' y la serie 'Reyes de la noche'. El guion viene firmado por Manuel Burque, que también da vida a uno de los policías. Sus responsables defendieron en el pasado Festival de Málaga que estamos ante «una película optimista y luminosa», que busca la risa contagiosa de la sala de cine. Las localizaciones, añadieron, son un protagonista más, tanto el paisanaje como el dialecto y acento de una zona que acostumbra a aparecer en las noticias por el tráfico de droga en el Estrecho. «Hemos hecho un esfuerzo brutal para trasladar esa manera de hablar, siempre desde el respeto», sostuvo Burque, que también defendió la «mezcla de géneros» de la cinta, desde la comedia hasta el thriller, pasando por la reivindicación feminista a partir de las letras y las actitudes de los traperos gaditanos.

Natalia de Molina concibe 'Operación Camarón' como «una comedia muy coral, en la que las mujeres tienen un papel muy activo». «Ellas llevan todo el cotarro y, dentro de los estereotipos, van más allá», asegura la ganadora de dos Goyas por 'Techo y comida' y 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'. La predecible trama sentimental es lo más flojo de una comedia rodada con la solvencia de producción habitual de Telecinco Cinema, que no tiene tiempos muertos y se inspira en un éxito en los cines italianos, 'Song 'e Napule' (2013), cambiando Nápoles y la Camorra por los narcos de San Fernando.

Las bromas a cuenta de la idiosincrasia local y el submundo de la droga, la química entre los protagonistas y la pegadiza banda sonora pueden obrar el milagro de que 'Operación Camarón' sea el pelotazo que necesitan los cines. De momento, 578 pantallas de 375 salas confían en llenarse a ritmo de risas y trap.

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