Lady Macbeth con ropa de marca

A punto de cumplir 84 años, Ridley Scott se permite estrenar en cines dos películas seguidas. Tras 'El último duelo' llega 'La casa Gucci', un lujoso culebrón con un reparto de infarto en el que brilla Lady Gaga como Patrizia Reggiani, esposa de Maurizio Gucci condenada a 26 años de cárcel por haber contratado a un sicario para asesinarle en 1995.

Lujo y miseria moral se entremezclan en una película que no salva a ninguno de sus personajes. Al festival interpretativo de un irreconocible Jared Leto, Al Pacino, Adam Driver y Jeremy Irons se une el desparrame en el apartado de vestuario de una historia que arranca a finales de los 70, cuando el imperio de moda italiano agonizaba a cargo de dos hijos de Guccio Gucci (Pacino y Irons). Alianzas, engaños, adulterios y hasta una astuta pitonisa encarnada por Salma Hayek desfilan en un filme basado en un libro de elocuente título: 'La casa Gucci: Una sensacional historia de asesinato, locura, glamour y codicia'.

Recrear la mítica discoteca Studio 54 sin salir de Roma es uno de los méritos de una cinta en la que la ropa es fundamental. Solo el personaje de Lady Gaga luce 70 conjuntos, algunos procedentes del inventario histórico de Gucci. La actriz sabe que tiene un bombón entre manos, una villana carismática, una Lady Macbeth con ropa de marca en un melodrama elegante y hortera al mismo tiempo, más cerca de 'Dinastía' que de Shakespeare.

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