Que Mario Casas tiene una legión de admiradoras es un hecho y que buena parte de esa miríada de fans tiene que ver con el cine y las series de corte romántico al que dedicó sus esfuerzos cuando era tan solo un chaval también. 'Tres metros sobre el cielo', 'Tengo ganas de ti' o 'Palmeras en la nieve' confirmaron esa imagen de chico a veces problemático, pero siempre leal, que enamoraba a las muchachas. Pasito a pasito, el actor de 38 años ha ido optando por papeles más robustos y con más aristas en títulos como 'Toro', 'Adiós' o la excelente 'No matarás', con la que consiguió su primer y merecido Goya a mejor actor.
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En este sentido 'El secreto del orfebre' es su regreso, casi una década después de triunfar con aquellas primeras películas, a un tipo de papel que siempre le ha funcionado bien y con el que parece disfrutar. Adaptación de la novela homónima de Elia Barceló, editada por Penguin Random House y traducida a más de 12 idiomas -ha vendido más de 100.000 ejemplares- la ficción comienza en 1999 y cuenta la historia de Juan Pablo, un reconocido orfebre español que vive en Barcelona y está a punto de emprender un viaje a Nueva York, donde se está organizando una exposición con algunas de sus piezas. Sin embargo, tendrá que ausentarse del taller antes de tiempo. Tal y como le explica a su tío, que también fue su maestro, ha conseguido vender la casa de sus padres en su pueblo natal y tendrá que tomar un tren para pasarse por allí y cerrar varios temas.
Pero una pregunta del familiar le deja pensativo: «Umbría está de camino, ¿te bajarás?». Juan Pablo dirá que no, pero en el trayecto hacia su hogar los recuerdos se agolparán. Tan solo tenía 19 años cuando comenzó a trabajar de becario en 'El Heraldo de Umbría', un periódico de este pueblo. Allí quedó prendado de Celia (Michelle Jenner), una costurera algo solitaria a la que buena parte del pueblo repudiaba, quizá porque finalmente no se había casado, y comenzó una historia de amor que aún resuena en su cabeza. Así que cuando el tren llega a Umbría, Juan Pablo decide bajarse e ir en su búsqueda. Pero cuando acude a uno de los establecimientos hoteleros de la comarca, se da cuenta de que en el viaje ha retrocedido en el tiempo hasta los años cincuenta. Y sí ahí estará Celia, pero no la Celia que conoció sino una chica veinte años más joven que aún tiene que encontrar su lugar en el mundo.
Comienza así una interesante y atípica historia de amor llena de espinitas clavadas, que habla de las segundas oportunidades y de los amores que al final no fueron, pero también de perseguir los sueños, feminismo y liberación de la mujer. Porque cuando el maduro Juan Pablo conoce a la joven Celia, sus sueños parecen estar supeditados a los de su novio. Será aquel -quizá ese sea el gran problema de la película: la necesidad de que finalmente un hombre sea el que le haga ver que vale más de lo que cree- quien trate de cambiar su destino y al mismo tiempo reconfigurar su historia de amor.
Escribe este guion redondo y dirige Olga Osorio, que después de '¡Salta!' afronta aquí su segundo largometraje, una película romántica sugerente y que cuenta bastante más de lo que aparenta.
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