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Jorge Sanz presenta tres películas este año en el Festival de Málaga. Tiene una agenda tan ocupada que su representante no ha encontrado un hueco ... para que este periodista pueda entrevistarlo. «Mi época dorada está por venir», ha asegurado en Málaga, donde no puede dar un paso sin que le sigan con la mirada, aunque a la chavalada ya no le suene de nada.

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Sanz tiene 54 años, tres hijos y dos nietos. Fue padre a los 18 y durante una época parecía que era el único actor español que existía. Fue pareja en la pantalla de las actrices más deseadas y tuvo como maestros a actores irrepetibles: Fernando Fernán Gómez, Agustín González, Anthony Quinn... Si hasta hizo de Conan a los 12 años, con Nadiuska de madre y Arnold Schwarzenegger sustituyéndolo al crecer.

Jorge Sanz ha vivido deprisa. «Nunca me he ido», ha remarcado en Málaga, donde David Trueba, que jugó con su imagen en la inteligente serie '¿Qué fue de Jorge Sanz?', le regala un nuevo registro en 'El hombre bueno'. Seamos sinceros, Jorge Sanz nunca ha sido un gran actor, a pesar de las seis nominaciones al Goya y una estatuilla por 'Si te dicen que caí'. Pero siempre ha caído simpático por la sinceridad con la que ha admitido sus bajones profesionales y vitales. «Mi ruina no ha sido salir cada noche durante dos décadas, esto solo lo he notado en el físico», confesó una vez en un concurso televisivo, admitiendo que los dos últimos años le habían mantenido Santiago Segura y Antonio Resines.

Un infarto hace diez años debió infundirle la madurez necesaria para acabar con los excesos. A Málaga ha traído dos pelis malas y una buena, pero lo importante es que sigue ahí, como siempre. «Si me dieran a elegir entre una nueva vida o repetir, repetiría la mía».

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