Directo Sigue el minuto a minuto del superdomingo fallero
Preston Mota y Taylor Kitsch, en una escena de 'Érase una vez en el Oeste'. Matt Kennedy / Netflix

No hay sentimientos en 'Érase una vez el Oeste'

Crítica de televisión ·

La nueva miniserie de Netflix, de seis capítulos, muetra la crudeza de la conquista del territorio

Martes, 14 de enero 2025, 00:25

El romanticismo ha muerto en las producciones sobre el Oeste. Ahora impera el realismo, por muy crudo que sea. Sin tiritas. Los habitantes de esos ... inhóspitos territorios del siglo XIX van sucios, visten harapos, dicen palabrotas y matan a la mínima oportunidad. Con razón o sin ella. Para sobrevivir o por negocios. Da igual. El universo 'Yellowstone' mostró hace unos años en '1883' esa crudeza de la vida de los colonos que viajaban a Montana. Ya se había visto en otros trabajos ('Deadwood', por ejemplo), pero gracias al impulso de Taylor Sheridan, los vaqueros vuelven a estar de moda. 'Érase una vez en el Oeste', en Netflix, es la última en llegar y una de las alegrías de este inicio de año.

Publicidad

Dirigida por Peter Berg y escrita por el guionista de 'El renacido' (Mark L. Smith), la acción transcurre en Utah, donde los mormones, el Ejército norteamericano y los indios luchan por el territorio en 1857. En medio, una madre (Betty Gilpin) y su hijo intentan cruzar este lugar acompañados de un arisco guía (Taylor Kitsch). Un viaje en el que ella, que viene de la civilizada Costa Este, verá cómo todo en lo que cree se va desmoronando poco a poco. Porque la vida carece de valor y el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa con tal de sobrevivir. El listón moral no está bajo. Simplemente, no existe en este mundo donde la violencia es la reina.

'Érase una vez en el Oeste', miniserie de seis capítulos, muestra sin tapujos la otra cara de la expansión de Estados Unidos, la expulsión de los nativos de sus tierras y las relaciones que se establecen entre los diferentes bandos. Eso del enemigo de mi enemigo es mi amigo se aplica a la perfección, teniendo en cuenta que el que era mi amigo ayer no quiere decir que lo vaya a ser mañana.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€

Publicidad