Aemet confirma el regreso de las lluvias a la Comunitat y activa dos avisos amarillos

Allí siguen haciendo películas brillantes y originales, pero mi sentimiento principal acerca de Hollywood es el suicidio», escribió John Cheever, que habitó uno de aquellos ... bungalows que los estudios ponían a disposición de los guionistas para que trabajaran sin parar. Hay una película que refleja a la perfección ese mundo, 'Barton Fink', de los hermanos Coen, en la que incluso se vislumbra la figura fantasmal de William Faulkner ahogado en alcohol. El protagonista, encarnado por John Turturro, era doble víctima: del bloqueo creativo y de un sistema que destrozaba el arte literario.

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La huelga de guionistas que ha paralizado la producción de películas, series y programas en EE UU nos recuerda que estos profesionales no son escritores que funcionan al capricho de la inspiración, sino los engranajes que hacen girar a destajo la industria. Las plataformas, que simbolizan la modernidad en tantas cosas, están actuando como el patrón de 'Novecento', amenazando y rescindiendo contratos. Sin sueldo, sin seguro médico y con acceso vetado a las oficinas. Nadie está a salvo, ni siquiera David Simon, el reputado creador de 'The Wire' o 'Treme', que ha visto suspendida su alianza de 25 años con HBO. Si eso hacen con una vaca sagrada del 'show business', ¿qué no harán con los desconocidos?

Estos días sabemos que se puede recibir premios por el guion de 'The Bear' y no tener dinero para alquilar el traje con el que acudir a la gala. Que hay guionistas que pasan frío en su apartamento mientras escriben porque no pueden pagar la calefacción y que hasta tienen que pluriemplearse como chóferes de Uber para llegar a fin de mes. Todos saben que van a ir hasta el final porque no podían seguir en esas condiciones y que el Hollywood poshuelga será diferente.

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