'La Singla'

Ganador del Premio Arrebato de no ficción en los últimos Feroz, 'La Singla' redescubre a una artista gitana que nació en el Somorrostro barcelonés, el barrio de chabolas en la playa que desapareció en 1966. Antoñita Singla Contreras reinó en los tablaos, deslumbró a los ricos y famosos, hizo una gira europea que duró cuatro años y su mirada retadora y dolorida fue inmortalizada por Colita y en la película 'Los Tarantos', de Francisco Rovira-Beleta. Y de repente, cuando estuvo en el cénit de su fama, desapareció del mapa durante cincuenta años.

El documental de Paloma Zapata busca el paradero actual de La Singla, de quien Jean Cocteau dijo que escupía fuego por la boca y lo apagaba con los pies. Un padre posesivo y pesetero, los abusos y una depresión que la mantuvo seis años postrada en la cama la retiraron de los escenarios. Sorda desde niña, bailaba fijándose en las manos del guitarrista y parecía entrar en trance. Vestía pantalones, algo insólito en una bailaora, y se atrevió con el flamenco a ritmo de jazz, compartiendo el escenario con la mismísima Ella Fitzgerald.

'La Singla' contiene un emocionante momento: la actriz que sirve de guía en la película llega al piso de Santa Coloma de Gramanet donde vive. Y al verla se queda petrificada, tal como le ocurre a la cantante Amaia Romero cuando conoce a su admirada Pepa Flores en un reciente documental sobre otra artista irrepetible.