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Escena de 'Estafadores de Tokio'. Netflix
Opinión

'Estafadores de Tokio' sin escrúpulos

Crítica de televisión ·

La serie japonesa de Netfix muestra los timos en el mundo inmobiliario de la capital japonesa y sus excesos

Martes, 20 de agosto 2024, 00:02

El robo es un género que engancha. 'Rififi', 'Atraco perfecto', 'El caso de Thomas Crown', 'Plan oculto' o 'Heat' son solo algunos ejemplos de una ... forma de hacer cine y series donde la trama se puede poner muy seria o la acción se combina con algún toque de humor y el espectador puede sentirse identificado con los malos. Unos atracadores que, a veces, son mejores que las víctimas, como en 'Ocean's Eleven'. En 'Estafadores de Tokio' no hay un atisbo de humor. Y los malos, lo son sin matices.

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Esta serie de Netflix está centrada en una banda dedicada al timo inmobiliario en la capital japonesa. Su 'modus operandi' es sencillo. Localizan un terreno jugoso para poder construir con un propietario que no se encuentre localizable o de avanzada edad. La banda echa el anzuelo para ver qué compañía pica ante semejante caramelo. Después, negociaciones, falsificación de documentos de forma exquisita, engatusamiento al incauto empresario y sus abogados, cobro y reparto del dinero en una francachela.

El objetivo de la banda, y el eje de la serie, es un terreno valorado en 10.000 millones de yenes -casi 62 millones de euros-. La producción japonesa muestra todo el proceso de dar el golpe, como la investigación previa o el análisis financiero de esa finca. Pero 'Estafadores en Tokio' no es solo el golpe. Es también el retrato de una ciudad con los precios de la vivienda por las nubes por la especulación, de una parte de la sociedad que pisotea a los más débiles con tal de conseguir el beneficio deseado. Y no solo de aquellos que están en el lado oscuro de la justicia, sino los que viven en la parte iluminada, que actúan con una codicia y avaricia desmesurada y sin escrúpulos con tal de ser el primero a ojos del jefe de la compañía. Así es este Tokio.

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