Acabar bien

Esa primera temporada es magistral, en la ejecución y en el contexto. El equipo del nordeste de Inglaterra acababa de descender de primera y tenía una escuadra para regresar a la élite. Pues bajó a tercera de forma dramática. En 2020 llegó la segunda temporada, con el equipo deambulando por la categoría y con problemas económicos que derivaron en la venta de la entidad.

Por sorpresa se ha estrenado una tercera temporada que es muy rara en muchos sentidos. El primero, la distancia entre el estreno del anterior trabajo y el que podemos ver en Netflix desde el viernes. Cuatro años es mucho tiempo. En segundo lugar, el tamaño. Es una temporada mínima de solo tres capítulos. Y no son partes de más de una hora –como pasa por ejemplo en la docuserie sobre David Beckham–, sino que duran lo habitual en una serie (entre 40 y 50 minutos). Y en tercer lugar, la temporada. La serie comienza en enero de 2022 con otro cambio de propietario. Nada de lo que ha pasado en los meses anteriores se cuenta. Se narran los meses clave para cualquier competición en poco más de dos horas. Un final que deja la sensación de que se ha querido acabar cómo sea de una otrora magnífica serie documental.