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'Día Cero'. RC
'Día cero': thriller político sin apenas política

'Día cero': thriller político sin apenas política

Es inevitable no darle al play ante una serie con Robert de Niro como protagonista, encarnando a un ex-presidente de EE.UU. Sin embargo, este thriller político, aunque entretenido, no cumple con las expectativas y se confunde a sí mismo

Viernes, 28 de febrero 2025, 21:44

Tener un plantel excepcional no asegura la calidad de una serie o película, está más que comprobado. En esta ocasión el irregular resultado llama la atención, especialmente al contar con una producción notable y un reparto sonado. La trama la encabeza un un peso pesado como Robert de Niro, en la piel de un ex-presidente de los EE.UU. 'Día Cero', densa y confusa en algunos pasajes, lo tenía todo para irrumpir en el menú de Netflix en un momento propicio, con la actualidad política echando humo. Sin embargo, no aprovecha la ocasión para ofrecer al espectador un thriller contundente, con gancho, alérgico a la mediocridad. Las interpretaciones son lo mejor de un plato condimentado sin ganas, a pesar de disponer de ingredientes excepcionales. Los seis capítulos, narrativamente espesos, que conforman una temporada autoconclusiva ocupan estos días el primer puesto en el ranking de lo más visto en la popular plataforma en streaming. Es decir, el grueso del público opta por seleccionar con el mando a distancia lo primero que le sale en la portada. Si luce el rostro del protagonista de 'Taxi Driver' y 'Toro salvaje', la partida está ganada.

'Día Cero', donde los personajes entran y salen con desorden, parte de una premisa interesante en los tiempos que corren. Un ex-presidente, al que aporta cierto carisma, pero pocos diálogos de peso, un Robert de Niro que pasaba por ahí, vuelve a estar en activo tras un sorprendente ataque, aparentemente terrorista, que deja al país sin energía durante un minuto, un lapsus temporal suficiente para que más de 3.000 personas pierdan la vida debido al terrible colapso. El apagón provoca muertes inesperadas, principalmente por accidente. George Mullen, un tipo con buena puntuación en las encuestas, otrora residente en la Casa Blanca, aparca su jubilación para liderar un comité de investigación que aclare los hechos y señale a los culpables. Un buen comienzo que describe un escenario complicado que puede asociarse con la actual política internacional. ¿El enemigo es externo o estamos ante una posible traición provocada por las luchas intestinas por el poder? La miniserie no se moja a la hora de retratar con enjundia la ideología de las diferentes piezas sobre el tablero. Podemos intuir, evidentemente, por dónde se mueven algunos perfiles, pero finalmente todos los implicados en la intriga parecen pertenecer al mismo partido, con una línea de pensamiento similar, perdiendo la oportunidad de ser más explícitos ante una posible hipótesis que tiene todos los boletos para estar al orden del día.

Tecnofeudalismo

'Día Cero' empieza con fuerza, con un inicio enérgico, para perderse en un desarrollo, a ratos críptico, repleto de vericuetos. Retoma vuelo en su desenlace, como suele ocurrir en el formato serializado, para pinchar en su alegato final, de una intrascendencia supina. El guion, alambicado, plantea algunas subtramas desaprovechadas que ocupan espacio en el metraje sin llegar a ningún sitio. El rol de De Niro, con un puñado de altivos discursos motivacionales ante sus fieles que pretenden imprimirle algo de carácter, a la postre desdibujado, sufre de alucinaciones, visuales y auditivas, que apuntan a un posible problema de senectud que deriva en una anécdota discutible y artificial. No hay riesgo, el mensaje se difumina y puede resultar irritante, como el vinagre de Módena en el aliño de algunas ensaladas de fantasía. Realmente, estamos ante un thriller político que no quiere hablar de política. Tremenda paradoja. No aprovecha los cambios en el orden mundial, prefiere evitar ser clarividente y esquiva distopías. Se antoja chocante que señale como moscas cojoneras a algunas figuras, claramente tecnócratas, que son alabadas y aceptan puestos de relevancia en el equipo delirante del justiciero Trump. Mucha tela que cortar, abandonada en la trastienda de la mercería. El funcionamiento de la administración de EE.UU., ante una grave crisis, es una materia prima extremadamente jugosa que termina caducándose.

Vivimos sumidos en un tecnofeudalismo galopante que 'Día Cero' no se atreve a explorar a conciencia, aunque presuma de hablar de la responsabilidad de «hacer lo correcto», a contracorriente. Como artefacto de entretenimiento cumple gracias a un casting incontestable y a unos trazos de culebrón que el guion prefiere no camuflar. Que nadie espere grandes escenas de acción, por cierto. De Niro, enfrentado a dilemas morales, despachados con la justa emoción, como político entregado a la causa, es secundado por otros astros relevantes como Jesse Plemons, que no luce tan escalofriante como en 'Civil War' (casi desconocido desde que ha perdido 22 kilos). Joan Allen, Dan Stevens, Angela Bassett, Connie Britton y Matthew Modine también forman parte del proyecto, dirigido por Lesli Linka Glatter, detrás de ficciones como 'Homeland' o 'The Newsroom'. Concluyendo, la miniserie del momento es una producción funcional que, probablemente, no tendría tanto recorrido sin una estrella como De Niro en cartera. Que una propuesta sea lo más visto no quiere decir que cuente con una calidad brutal. Hay que aceptarlo y… ¿disfrutar?

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